Como músicos y vocalistas, reconocemos al instante cuando un productor o arreglista ha hecho un arreglo diferente de una canción o pieza musical que conocemos.  En la industria musical a este nuevo producto se le considera como una nueva versión. Puede que sea la misma composición, pero sin duda hay algo nuevo que le inyecta vida y le cambia su color.

Dichas situaciones no escapan a la dinámica de trabajo de los grupos de alabanza.  Luego de un tiempo de quizás años de cantar una canción en particular, los músicos empezamos a sentir que se le deben hacer algunos cambios a la armonía y musicalización, por lo que uno de nosotros inicia diciendo: “Hagamos una nueva versión de esta canción”.

Estando familiarizados con esta situación, ahora llevemos estos ejemplos a un plano metafórico y auto-reflexivo para así poder salirnos del contexto musical. A veces creo que somos como esa canción que en ocasiones necesita ser “arreglada” y “modificada” por las manos de un experto, pues ya estamos exhaustos y consumidos.  El salmista David en una ocasión escribió: “Cantadle canción nueva: Hacedlo bien tañendo con júbilo” Salmo 33.3. El salmista era un devoto de la adoración a Dios, y animaba a los demás [probablemente sus amigos cantores y músicos] a que hicieran una canción nueva para Dios, y que lo hicieran con excelencia  «hacedlo bien». Del mismo modo, Dios como el gran artista y creador de la música, desea renovarnos constantemente; darnos vida nueva, cambiando lo malo por lo bueno, y lo que se encuentra a medias por lo que está terminado.

El apóstol Pablo escribió en 2 Corintios 5.17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron. He aquí todas son hechas nuevas”.  En este otro pasaje se nos enseña que en Cristo somos una nueva criatura.  Estar en Cristo y vivir en él debe reflejar a los demás que somos diferentes y que somos hechos nuevos. Si cantamos a Cristo, tenemos también el compromiso de vivir en la forma que él lo hizo.

Así que te animo a que por medio de Jesús hagas de tu vida una nueva, excelente y agradable canción para Dios. Que todos puedan escuchar tus nuevas melodías de buenas nuevas. Pídele al Espíritu Santo que transforme y renueve tu mente a la mente de Cristo. Disponte a cambiar esas partes de tu “canción” que gritan y suplican por cambios, y así muchos verán y escucharán que sólo a través de Jesús podemos llegar a ser esa nueva canción que sin duda es la mejor versión.

“Cantadle canción nueva: Hacedlo bien…”

Emmanuel De la Rosa
Proyecto BASES
Email: dilarossa@hotmail.com