Todos conocemos gente que cree ser cristiana pero sus actos dicen lo contrario y quizás es porque llevan a Jesús en el lugar equivocado… ¿Te has puesto a pensar, dónde llevas a Jesús?

En un crucifijo

En el libro “Bocadillos para el alma”, Rodolfo Loyola cuenta que en una oportunidad iban en parejas distribuyendo porciones de la Biblia.

Un hombre, tambaleándose, se acercó y, mostrándoles un crucifijo que traía prendido en su camisa, les dijo con voz desafiante y afectada por el alcohol:

– Yo creo en Cristo más que ustedes; miren, aquí lo traigo…

– El compañero de Rodolfo le respondió:

– Si lo trajera usted más adentro, o sea, en el corazón, no estaría borracho.

En seguida, Loyola pensó: “Ciertamente, lo que el mundo necesita no son cristianos de crucifijo, o sea, de nombre, sino aquellos que, llenos de su amor y habiendo nacido de Él, lo manifiesten en cada  acto de sus vidas”

Espera, ¡que sea más visible!

Jesús no será más visible para los demás por llevar un crucifijo o una Biblia en la mano; tu vida es la que debe hacer que otros puedan ver a Jesús. Y tú, ¿ya te has puesto a pensar, ¿dónde llevas a Jesús?

Cualquiera puede decirse cristiano, pero sólo aquellos que son capaces de reflejar a Jesús en sus acciones y en su vida, aquellos que reflejan el amor de Cristo, ellos serán capaces de cambiar el mundo.

¿Dónde llevas a Jesús?

Ser cristiano va mucho más allá de llevar algún objeto que demuestre nuestra fe. Se necesita mostrar con acciones quiénes somos y a quién seguimos.

Pero eso no es lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo. Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño.  En cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo.

Efesios 4: 20-24 (NTV)

Si bien es cierto que la Biblia es Palabra de Dios y ésta tiene poder, si no aplicas las escrituras a tu vida, si no las vives, no servirá de nada que andes con ella bajo el brazo todo el día.

Si quieres ser un cristiano de verdad, debes mostrar con tu vida, con tus acciones, el amor de Dios. Por eso, ¿te has puesto a pensar, dónde llevas a Jesús?

 CVCLAVOZ.