“Esto digo para su propio beneficio; no para ponerles restricción, sino para promover lo que es honesto y para asegurar su constante devoción al Señor”, 1 Corintios 7:35

Seamos francos: ¡la soltería es difícil! De hecho, en nuestro entorno cultural la soltería es muy, muy difícil. Mientras que en los Estados Unidos los 1960s se distinguieron por el sexo libre —donde el sexo fuera del matrimonio se convirtió en la norma— hoy en día la gran presión cultural es redefinir la sexualidad, el género y el matrimonio. Los cristianos solteros de hoy tienen que navegar este mar de confusión cultural, y serán probados en cuanto a sus creencias sobre el sexo, el género y el matrimonio. De hecho, la iglesia misma será probada en cuanto a estas mismas cosas.

Es por eso que los cristianos tienen que considerar todas las dificultades y tentaciones de ser soltero en un mundo sexualmente endiosado y confundido. Entonces, ¿qué dice la Biblia acerca de la soltería? Aquí hay seis verdades que la Escritura afirma sobre esto:

    Ser soltero significa ser célibe (1 Corintios 7:1-5)

El celibato es la práctica de autocontrol con el fin de abstenerse de satisfacer los deseos sexuales. Evidentemente, algunos en Corinto practicaban tal autocontrol dentro del matrimonio con fines religiosos. El apóstol Pablo argumenta que el celibato dentro del matrimonio es contrario al diseño de Dios para la sexualidad (7:1-5). De hecho, el matrimonio es el único lugar donde se debe satisfacer el deseo sexual, algo bueno y parte de nuestra humanidad. Pero el sexo solo puede ser disfrutado dentro de un pacto matrimonial de por vida entre un hombre y una mujer (Génesis 2:18-25).

Una de las razones por las que los solteros están retardando el matrimonio es porque el sexo y el matrimonio han sido separados. Por esto, muchos solteros disfrutan los beneficios del matrimonio —satisfacción sexual (hombres) y compañerismo íntimo (mujeres)— sin ninguna de las responsabilidades que el matrimonio conlleva (compromiso). Pero de acuerdo a las Escrituras, debido a que el matrimonio es el único lugar donde se debe satisfacer el deseo sexual (1 Co. 7:5-9), entonces ser soltero significa ser célibe. Después de 25 años de matrimonio, solo puedo imaginar lo difícil que es para los solteros el permanecer en celibatoen el mundo de hoy. Sin embargo, Dios no nos deja solos en nuestra lucha en pos de la santidad.

    La soltería es un don espiritual dado por la gracia de Dios (1 Corintios 7:6-9)

Si los solteros deben perseverar en pureza y santidad, entonces necesitan reconocer que la soltería es un don espiritual de la gracia de Dios. De hecho, Pablo usa la misma palabra para este don (carisma) que utiliza en el capítulo 12 para los dones espirituales como la profecía, los milagros y las lenguas.

Es debido a que la soltería es un don espiritual de Dios que ninguno de nosotros que estamos casados podemos despreciar a los solteros o sentirnos mal por ellos, como si de alguna forma estuvieran incompletos. También significa que los solteros necesitan reconocer que la etapa en la que se encuentran es algo bueno, un buen don, para así poder dar gracias a Dios por él.

Otra implicación de este punto es que debido a que la soltería es un buen don espiritual de Dios, la masculinidad y feminidad bíblica no dependen del matrimonio. En otras palabras, el matrimonio no hace de nosotros un verdadero hombre o una verdadera mujer. Los solteros deben de buscar la masculinidad y feminidad bíblica en la etapa en la que se encuentran. La fotografía más nítida que tenemos en cuanto a la masculinidad bíblica es la de nuestro Señor Jesucristo, quien nunca estuvo casado. No podemos pensar de los solteros como cristianos de segundo rango. (¡Aunque tampoco son más espirituales por el hecho de ser solteros!).

    La soltería es un llamado a luchar la batalla de la fe (1 Corintios 7:17-27)

A menudo existe el mal entendimiento de que debido a que la soltería es un don espiritual de Dios, el deseo sexual será nulificado, y por eso será fácil permanecer célibe. Sin embargo, nada puede estar más alejado de la verdad. Puede ser que haya algunos que esa sea su experiencia, pero sospecho que la experiencia común de todo ser humano es un anhelo de satisfacer sus deseos sexuales.

El celibato no es solo un don; es un llamado, como lo dice Pablo en 1 Corintios 7:17. El “tema” de 1 Corintios 7 es “permanecezcan como están”. Pablo les urge a los Corintios a vivir “cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno” (7:17). Esto incluye el celibato. La soltería es un llamado a practicar el autocontrol y a no satisfacer esos deseos sexuales, y a luchar la batalla de la fe teniendo a Cristo como una satisfacción suficiente para cada etapa de nuestra vida. Y es importante mencionar que esta batalla de fe no tiene que ser luchada individualmente. Para eso Dios nos ha dejado a la iglesia local.

También es importante recalcar que no es malo anhelar el matrimonio. Pablo dice que eso es mejor a quemarse en pasión y caer así en la tentación y en pecado (1 Co. 7:9). Pero tengamos cuidado de no hacer del matrimonio un ídolo. Si una relación amorosa o el matrimonio se convierten en un ídolo, entonces estaremos dispuestos a sacrificar todo (pureza, convicciones, etc.) ante su altar. Si tú estás insatisfecho y amargado mientras permaneces soltero, muy seguramente estarás insatisfecho y amargado en el matrimonio.

    La soltería tiene ciertas ventajas (1 Corintios 7:32-34)

Ser soltero tiene ciertas ventajas sobre estar casado. Los solteros tienen cierta libertad financiera. Pueden invertir más y reducir sus deudas más agresivamente; pueden ofrendar más sacrificialmente. Los solteros también tienen cierta libertad con su tiempo. No tienen que ir directamente a casa para estar con la esposa y los hijos; pueden decidir dónde pasar su tiempo con mayor libertad. También los solteros tienen más libertad con sus planes. Pueden ser flexibles en cuanto a sus planes futuros, mientras que los casados no tanto.

Hay muchas libertades en la soltería que no existen en el matrimonio. Así que, solteros, consideren cómo pasan su tiempo y su dinero. Consideren la flexibilidad de sus planes. ¿Qué estás haciendo con esas libertades? Utiliza esas libertades y flexibilidades para la gloria de Dios.

    La soltería tiene un propósito (1 Corintios 7:35)

Las libertades y flexibilidades de la soltería no existen para tu propia conveniencia y beneficio, aunque puede que sean bendiciones reales. Pablo nos recuerda que la razón real de las ventajas de la soltería es asegurar una devoción indivisible al Señor. Si los dones espirituales son para la edificación de la iglesia (1 Co. 12:7), entonces es claro que el don espiritual de la soltería es dado por Dios a ciertos individuos con el propósito de edificar a la congregación.

Soltero(a), pregúntate cómo puedes servir a Cristo. Pregúntate cómo puedes servir a Su iglesia. Estoy seguro de que hay muchas oportunidades para servir en tu propia iglesia, pero también recuerda que tu flexibilidad te permite cambiar tus planes y pasar un tiempo en el campo misionero por algunas semanas, o meses o por el resto de tu vida. Tal vez Dios te permita encontrar un cónyuge mientras le sirves devotamente.

    Así como el matrimonio terrenal, la soltería es temporal.

Aunque Pablo no aborda este tema directamente en 1 Corintios 7, si nos dice esta verdad en Efesios 5:32. Ahí nos dice que el misterio profundo del primer matrimonio (Génesis 2:18-25) revela el matrimonio de Cristo con su iglesia. En otras palabras, el primer matrimonio siempre tuvo la intención de apuntarnos al último matrimonio (Apocalipsis 19). No es sorpresa, entonces, que la Biblia empieza y termina con un matrimonio.

Los solteros deben recordar que aunque el matrimonio es una fotografía de Cristo y la iglesia, la soltería también es una fotografía de la espera paciente de la iglesia por el regreso de Cristo. Cristo es el novio que murió por su esposa para limpiarla y presentársela sin mancha. Mientras tanto, él nos espera en la gloria y vendrá por nosotros cuando haya completado la obra que comenzó. Será una boda espectacular y nosotros vestiremos un vestido perfectamente blanco, puro y sin mancha.

Agradezco a Dios por los solteros, porque ellos nos recuerdan la fidelidad de Cristo y cómo debemos esperar paciente y puramente por su regreso. La soltería es un regalo de Dios con un propósito. ¿Qué vas a hacer con ese regalo?


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