1. La pornografía promete placer, pero es un placer a un muy alto costo, ya que, como en la mayoría de los casos, terminaras más vacío que al principio. La pornografía es como un parásito que se mete en la vida de aquellos que han abierto el corazón a su consumo. Destruye la vida de muchos matrimonios, consume el verdadero gozo de sentirse liberado, y nos lleva a una condición de sentirnos excluidos, ha tirado al suelo miles de ministerios de grandes hombres de Dios.
2. La pornografía te hace creer que es tu fuente de liberación y relajación y que puedes acudir a ella cada vez que te sientes triste, cansado, solo, o ansioso. Pero la verdad es que sólo crea en tu mente adicción, que será cada vez más difícil de romper mientras te encuentras navegando en sus mares.
3. Una de las mentiras más comunes que la pornografía te ha hecho creer es que para poder complacer a una mujer debes ser un «super hombre», con un pene de 25 centímetros, cuando en realidad los penes normales tienen una medida promedio de 12 a 17 centímetros.
4. La pornografía te hace creer que las actrices porno están siempre alegres y disponibles para ti, cuando en verdad, detrás de esos rostros alegres se esconden depresiones, tristeza, soledad, odio y resentimiento hacia los hombres.
5. Una mentira muy común en la pornografía es que hace pensar al adicto que las mujeres solo son un objeto sexual de diversión momentánea, y lamentablemente el adicto al porno comienza a manifestar estas conductas en su comportamiento, mirando mujeres y desnudándolas en su mente, se imagina fantasías sexuales con sus amigas, compañeras de trabajo, y toda mujer que se cruza en su camino.
6. Otra mentira es creer que podrás salir de esta adicción cuando quieras, y que tú controlas todo. Pero la verdad es otra, mientras no reconozcas que tienes un problema de adicción a la pornografía, y que necesitas ayuda, jamás podrás ser totalmente libre de adicciones.
7. «Soy hombre y mi naturaleza me hace ver pornografía»—Si bien es cierto que nuestra masculinidad es a veces más fuerte que nuestros deseos de santidad y consagración, también es cierto que tenemos una fuente de ayuda, pero que muy pocas veces acudimos, se trata del dulce Espíritu Santo, nuestro consejero, nuestro guía y si se lo pedidos también se convierte en nuestro auxilio en los momentos de tentación.
8. «Nadie se enterará de mi adicción»—Es cierto que quizás logres ocultar tu adicción por algún tiempo, pero jamás podrás ocultar las consecuencias que su consumo trae. Sin duda alguna que entre más lejos hayas ido con esta adicción, mayores serán las repercusiones, la eyaculación precoz es una de esas consecuencias, y tu futura esposa será la víctima.
9. «Puedo vivir una doble vida»—Quizá sea la insignia que ha plasmado la pornografía en tu mente y en tu corazón, pero que te ha robado muchos, pero muchos años de tu vida. Viviendo a la espalda de una adicción, viviendo bajo la sombra de páginas pornográficas, que se han convertido en tu alimento diario, en tu compañero de habitación. Quizás hayas logrado engañar a mucha gente, pero jamás podrás ser un hipócrita delante de Dios, Él te conoce, y conoce que también en los lugares más íntimos de tu ser deseas ser libre.

10. «Nadie me puede ayudar»—Eso es, a mi punto de vista la peor mentira que el enemigo, a través de la pornografía te ha hecho creer. Que para ti ya no hay solución, que ya estás de salida, y que sigas en tu adicción, ¡Total! A nadie le importas.
Pero te tengo una buena noticia, si se puede ser libre, si se puede vivir una vida llena del Espíritu Santo, y de su consejo. Si se puede renunciar a toda la oscuridad que has estado acumulando en tu interior por años. Dios está dispuesto a perdonar cada culpa que guardas, y equiparte para la pelea, para la lucha por defender tu pureza sexual.