Blanca Zulima Sanguino, pintora sin manos, mide 83 centímetros, no tiene brazos ni piernas, pero ella es una artista consagrada y conferencista. Una historia de superación que no te puedes perder.

Esta joven descubrió que su talento y la actitud son motivaciones suficientes para vivir feliz, a pesar de su condición.

Blanca Zulima Sanguino se levanta todos los días a las 8 de la mañana. Se apoya en los bordes del tocador, se encarama en el inodoro, coge con su boca la crema dental y con sus dos muñones el cepillo de dientes. Luego, desciende los 14 escalones de baldosín que conducen al primer piso de la casa y desayuna.

Blanca Zulima Sanguino

Nació con focomelia, una enfermedad congénita que se caracteriza por la malformación o ausencia de las extremidades.

Para muchos puede resultar doloroso verla así y hasta sienten pesar de su condición. Pero ella es feliz, bonita y una consagrada artista que ya ha expuesto sus obras al otro lado del mundo.

Esta cucuteña de 19 años, que vive en el barrio Engativá, es la más joven de los 45 artistas colombianos de la Asociación de Pintores con la Boca y el Pie (Apbp).

En la memoria guarda como un tesoro el recuerdo de su madre, Guillermina, cuando la sacaba al jardín de flores y le hablaba o cantaba infundiéndole un amor profundo por la naturaleza.

Hace dos años comenzó a pintar. Fue una tarde en la que, después de morder durante dos horas el pincel, le dio vida a un cuadro de manzanillas rosadas. Flower Power lo llamó. Entonces, descubrió que tenía talento y que de él podía vivir.

Fuente: NoticiasCristianas.me