Romanos 12:4-5 NTV: “Así como nuestro cuerpo tiene muchas partes y cada parte tiene una función específica, el cuerpo de Cristo también. Nosotros somos las diversas partes de un solo cuerpo y nos pertenecemos unos a otros.”

La iglesia es el cuerpo de Cristo, Él es la cabeza y esto es irrefutable. Cuando un dedo tiene dolor, por ejemplo, el cuerpo lo siente;  si una persona está en dificultades o luchando con tentaciones, el cuerpo, que son todos los creyentes, ¿no debe prestar atención y ver qué puede hacer para que se recupere?

A veces sucede lo contrario, algunos quieren separar partes del cuerpo sin darse cuenta que cuando excluyen una parte  pueden perder el equilibrio, y esto ocurre debido a los prejuicios, la mentira, las calumnias, que son actitudes destructivas.

La unidad es importante, es como preparar una comida, cada ingrediente es sustancial para conseguir el sabor perfecto, si algo falta se notará y no logrará complacer al paladar exigente, por ejemplo, de los clientes en un lugar donde se vende comida.

¿Cuándo fue la última vez que te percataste de la ausencia de una persona en la iglesia? ¿No  preguntaste si se enfermó, si se desanimó, si tiene sustento o si algo sucedió con su familia? ¿No crees que la persona que se alejó puede ser un gran instrumento en las manos de Dios? Existen diversos factores que impiden que podamos interesarnos por los demás a plenitud: la falta de tiempo por seguir una rutina, la falta de amor por los demás, las distracciones, el contexto o la velocidad de la vida.

El don de misericordia es necesario en las congregaciones; la Biblia habla de Bernabé, cuyo nombre significa “hijo de consolación”, el cual era acertado debido a lo que él hacía. Juan Marcos, un joven que acompañó al apóstol Pablo y a Bernabé en su viaje misionero, los abandonó y dejó la obra. Más adelante Pablo quiso realizar otro viaje y Bernabé estuvo de acuerdo pero con la condición de llevar a Juan Marcos. El apóstol no quiso porque recordó la deserción de este joven, lo cual fue motivo de desacuerdo con Bernabé; por lo que  Pablo se fue con Silas, a  Sicilia y Siria y Bernabé se fue con Juan Marcos a Chipre.

Hechos 15:39 TLA: “Pablo y Bernabé no pudieron ponerse de acuerdo, así que terminaron por separarse. Bernabé y Marcos tomaron un barco y se fueron a la isla de Chipre”

Bernabé le dio a Juan Marcos otra oportunidad al llevarlo a ese viaje, lo cual permitió el desarrollo de sus aptitudes. Tiempo después, sorprendentemente, Pablo estuvo con Juan Marcos, quien era su colaborador. Más adelante las cosas cambiaron mucho y cuando Pablo estuvo preso le envió la solicitud a Timoteo de llevar a Marcos porque le era útil para el ministerio.

2 Timoteo 4:11 TLA: “El único que está conmigo es Lucas. Marcos puede ayudarme mucho en mi trabajo, así que búscalo y tráelo contigo cuando vengas.”

Marcos maduró hasta convertirse en un siervo fiel y comprometido ¿Qué hubiera sucedido si Bernabé no le hubiera dado otra oportunidad?

Por Carlos E. Encinas