La Palabra del Señor dice en el libro de Proverbios 30,11: » Hay generación que maldice a su padre y a su madre no bendice «.

La Palabra de Dios no dice que hay familias, que hay hogares o algunos hijos, dice que hay generaciones que maldicen a los padres y a sus madres no bendicen. Recordemos que en los años 60 -70 brotó la raíz de rebelión a los padres, y esa rebelión abrió las puertas a las drogas, el sexo ilícito y a los hogares sin padres. Esa generación es a la que se refiere la Biblia.

Es importante enseñar a nuestros hijos a honrarnos y para eso se requiere integridad y honestidad, se requiere de modelar sus vidas con nuestro ejemplo. La primera escuela es el hogar. La enseñanza debe estar en casa, los maestros no son nuestros sustitutos, nos pueden completar enseñando ciencia a nuestros hijos, pero los que deben enseñar conducta a los hijos son los padres.

En Proverbios 30,17 leemos: » El que mira a su padre con desprecio y menosprecia la enseñanza de su madre, merece que los cuervos le saquen los ojos y las águilas lo devoren «.

Este es un mal deseo, pero es claro en decir que se está burlando de sus padres y menospreciando su enseñanza, los cuervos le sauen los ojos y se los coman los aguiluchos. Si tomarlo en sentido figurado, puede que no le quiten los ojos a tu hijo, pero espiritualmente va a estar ciego.

En Proverbios 20,20 leemos que » el que maldice a su padre o a su madre, morirá en la más espantosa oscuridad «.

Mateo 15,4 dice: » Honra a tu padre y a tu madre, y el que maldiga a su padre o a su madre será condenado a muerte «.

La Biblia declara la muerte sobre los que no obedecen a sus padres. Todas las personas que maldicen a sus padres están bajo maldición. Esto es más serio de lo que crees. No puedes estar deshonrando a tus padres y después pedirle al Señor que te sane. La Palabra declara que hay maldiciones para los hijos debido a la falta de honra a los padres.

El cumplimiento de este mandamiento lleva consigo una recompensa: » Hijos, obedezcan a sus padres como agrada al Señor, porque esto es justo. El primer mandamiento que contiene una promesa es esta:…. para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra «. (Efesios 6,1-3)