La primera vez que mi hijo fue expuesto a pornografía en la mesa del almuerzo de la cafetería de su escuela, él tenía 11 años. ¿Te parece joven? Las investigaciones sugieren que uno de cada tres niños de 11 a 14 años han visto pornografía en un dispositivo móvil. A esto se añade la posibilidad muy real de que un niño va a toparse con contenido explícito en YouTube, o en un anuncio pop-up mientras usa su computadora de manera inocente. Una cosa está clara: los padres deben ser proactivos en hablar de pornografía con sus hijos.
Yo no soy una madre miedosa cuando se trata de la crianza de los hijos. De hecho, creo que el miedo es un terrible motivador para la toma de decisiones en la crianza. Pero si los niños están expuestos a la pornografía en edades jóvenes, el acto de amor que debemos hacer como padres es equipar a nuestros hijos para que sepan cómo responder. La pregunta más frecuente de crianza que me hacen es “¿Cuándo debo hablar con mi hijo sobre el sexo?”. Mi respuesta es inflexible: “Mucho antes de lo que piensas”. Si estás preocupado acerca de si tu hijo está expuesto a la pornografía, tienes que hablar de sexo, y debes hacerlo pronto.
Déjame contarte lo que estaba en juego en la mesa del almuerzo de sexto grado de ese día. Cuando se le ofreció el teléfono con las imágenes a mi hijo, él le respondió: “Yo no miro porno”. El propietario del teléfono, perplejo, le preguntó: “Entonces, ¿cómo vas a saber cómo tener sexo?”. Mi hijo respondió que sus padres le habían dicho todo. Quedaron boquiabiertos. Ningún otro chico en la mesa había hablado con sus padres acerca de sexo, o, al parecer, sobre la pornografía. Pero ellos no estaban carentes de instrucción.
Podemos dejar de hablar de sexo, pero el mundo no lo hará. Si nos demoramos en introducir el tema por incomodidad personal, vergüenza, o por la incertidumbre acerca de cómo empezar, nuestros hijos van a formar sus primeras ideas sobre la sexualidad humana en base a los informes de sus compañeros, las imágenes en sus dispositivos, o los pop-ups que los introducen a la pornografía. También asumirán que sus padres no están dispuestos o equipados para manejar las discusiones sobre el sexo.
Haz la pregunta correcta
Demasiados padres todavía están haciendo la pregunta equivocada con respecto a los niños y el contenido explícito. Ya no podemos preguntar: “¿Cómo debo preparar a mi hijo por si ve pornografía?”. En cambio, debemos preguntar: “¿Cómo debo preparar a mi hijo para cuando vea pornografía?”. Los controles externos son importantes, pero solo protegen a tu hijo de un puñado de casos en los que la pornografía hace acto de presencia. Los dispositivos móviles están en todas partes, y el inseguro Wi-Fi de su vecino es fácil de encontrar.
Tenemos que empezar a dar a nuestros hijos los controles internos tan pronto como sea posible. Debemos darles una manera de huir del peligro tan pronto se presente. Así como los padres de mi generación enseñaron a sus hijos un guión para cuando se les ofrecía drogas, debemos enseñar a nuestros hijos un guión para cuando se les ofrezca pornografía. Y debemos estar listos para tener conversaciones francas sin miedo, sobre lo que es posible que ya hayan visto. Conversaciones libres de cualquier atisbo de condena. Debemos mantener un ambiente seguro para la apertura y el diálogo sobre este y otros temas difíciles.
Sus hijos pueden muy bien estar expuestos a la pornografía antes de que en su desarrollo sean capaces de entender lo que están viendo. Ellos necesitan su ayuda para saber cómo responder. Necesitan señales de alerta, un guión y un plan.
Señales de alerta, un guión y un plan
Aunque no estén preparados para una explicación completa de la naturaleza y los peligros de la pornografía, los niños pequeños pueden aprender dos señales de alerta para ayudar a evitar el contacto con el porno. Estas senales también protegen contra depredadores. Enseñe a su hijo a una edad temprana que “la desnudez es privada”, y que “no se lo digas a tu mamá y papá” significa peligro. Ambas señales les ayudarán a reconocer cuando le están mostrando algo que no quieres que vean.
Enseña a tus hijos cómo responder a una oferta de pornografía dándoles un guión y un plan de acción:
Padres: “Si alguien te muestra una imagen de algo y te pide que no le digas a nadie, ¿qué debes hacer?”.
Niño: “Decirles ‘no, gracias’, y entonces venir a decirte”.
Padres: “Si una imagen de algo extraño aparece en el equipo, ¿qué debes hacer?”.
Niño: “Ir hacia fuera, y luego decirte”.
Ensaye este lenguaje, del mismo modo que puede ensayarlo para utilizarlo en otras situaciones, como si un extraño le ofrece un paseo a casa después de la escuela.
Cultura de confesión
Los niños necesitan saber que pueden venir a decirle a su padre sin temor de meterse en problemas o de que haya mucho drama, incluso (especialmente si) han mirado lo que se les ofreció. Cuando les damos permiso para venir a nosotros, reforzamos una cultura de confesión en nuestros hogares. Puede que no seamos capaces de proteger a nuestros niños de las imágenes pornográficas, pero podemos darles las herramientas internas que necesitan para protegerlos de enredarse en el secreto, la vergüenza, y en una visión distorsionada de la sexualidad.
Ya tengan 8 o 28, queremos que nuestros hijos elijan la confesión en vez de ocultar en todo momento. Premie su coraje de ir donde usted, reaccionando con calma, afirmando que ellos han hecho lo correcto, y luego ayudándolos a procesar lo que ha sucedido y qué hacer para seguir adelante.
Debemos comunicar claramente a nuestros hijos que la pornografía les está diciendo una mentira y que nosotros vamos a decirles la verdad. A medida que su hijo crece, hable con franqueza acerca de lo que la pornografía es, sobre cómo se enseña una visión pervertida de la sexualidad y de cómo se explota tanto al espectador como a aquellas y aquellos que son revelados en las imágenes. Hable acerca de las consecuencias de tener una visión equivocada del sexo y la sexualidad, los peligros de la lujuria y el pecado de ver a la persona creada a la imagen de Dios como un objeto.
Inicie temprano
Si tienes niños en edad preescolar, empieza a reunir recursos ahora que puedan ayudarte a que presentes de forma natural el tema del sexo en formas apropiadas para su edad. En otras palabras, si llevas a tu hijo al zoológico en la primavera, debes estar dispuesto a abordar el tema si el reino animal lo introduce. En lugar de pensar, ¿cuánto tiempo puedo postergar hablar del sexo? Pregunte, ¿cuándo puedo comenzar a equipar a mi hijo para filtrar los mensajes sobre el sexo y la sexualidad en maneras apropiadas para su edad?
Sea la primera en voz que su hijo escuche sobre el sexo y la sexualidad, y sobre cómo huir de la exposición a la pornografía. No deje que el miedo cause que retrase esa conversación. No deje que el miedo ocasione el tener la conversación de una manera que asuste a su hijo o presente la sexualidad en una luz negativa. Edúcese acerca de cuáles recursos están disponibles para ayudarle con confianza y con calma a discutir el sexo como un hermoso regalo de Dios, para ser disfrutado dentro de los límites adecuados que han sido establecidos. Cariñosamente enseñe a sus hijos las señales de alerta, un guión y un plan. Y confíe en su Padre celestial que incluso este obstáculo en la paternidad es uno que puede superar en Él.
Escrito por JEN WILKIN
Robert Lora
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