“Además el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo” (Mateo 13:44)

¿Qué opinión le merecen los bancos? ¿Les deja su dinero en depósito? En otros tiempos solían pagar buenos intereses por el dinero que se depositaba en ellos. En la actualidad eso no es tanrentable, pero los bancos que participan en un fondo de garantíade depósitos son un lugar razonablemente seguro para guardargrandes sumas de dinero.

Tengo algunos ahorros de mi jubilación depositados en un banco de mi ca­lle. Un día, no hace mucho, pasé por delante con mi automóvil y advertí que el nombre del banco era distinto. “¿Qué pasa?”, me pregunté. Estacioné él vehículo ante el edificio y fui a investigar.

De la noche a la mañana, mi banco había sido vendido a otra sociedad y ahora operaba con un nombre distinto. Aunque el personal me aseguró que mi dinero estaba seguro, no dejé de inquietarme.

En la antigüedad, la gente guardaba sus ahorros en un frasco o un cofre y lue­go los enterraba. No era raro que un agricultor, mientras araba, se topara con uno de esos recipientes que contenían viejas monedas y ornamentos de oro o plata. Quizá el dueño había olvidado dónde había escondido el tesoro o sus herederos desconocían su existencia.

El tesoro enterrado es un tema lo bastante interesante como para enseñar una lección con él. Jesús pudo haberse limitado a decir: Ta Biblia es muy importante, porque contiene la historia del evangelio, y por eso tienen que leerla”. Sin embar­go, no habría causado el mismo impacto que la historia de un tesoro enterrado.

La mayoría de los oyentes eran personas pobres y sencillas. La mayoría de ellos debió pensar: “Ojalá pudiera encontrar un tesoro escondido; así no tendría que trabajar tanto”. Si el tesoro no hubiera sido de valor, no se lo habría ocultado para mantenerlo a buen recaudo. ¿Eran monedas antiguas? ¿O quizás adornos de oro o plata? ¿Acaso sabía ese Maestro dónde se encontraba ese tesoro?
Las historias de Jesús eran como enigmas que hay que resolver. Cada elementó de la historia representa algo. En esta historia, el tesoro es el evangelio y el campo donde se encontraba eran las Escrituras. ¿Considera usted que el evangelio es un tesoro? Si es así, usted tiene una fortuna.