En esta ocasión quisiera compartir la historia del sacerdote Esdras y porqué la buena mano de Dios estaba con él.
Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios. Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.
Esdras 7:9-10 (RVR 1960)
En el libro de Esdras podemos observar el cautiverio de los isrealitas en Babilonia, su regreso de la esclavitud a la libertad, es decir a Jerusalén; así también, el trabajo en la reconstrucción del templo, de la ciudad y de toda su vida, puesto que iniciaban una nueva etapa. En todo este proceso ellos reconocieron la bondad de Dios y su misericordia para poder regresar a su tierra.
La buena mano de Dios suple nuestras necesidades
…y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras.
Esdras 7:6 (RVR 1960)
Esdras realizó muchas solicitudes de materiales, cartas, permisos y otros al rey. Todo le fue concedido gracias a “la buena mano de Dios”. Este hombre reconoció que fue obra del Señor, quién estaba abriendo las puertas e inclinando el corazón del rey a colaborar en las necesidades.
La buena mano de Dios nos da protección
Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios.
Esdras 7:9 (RVR 1960)
Al regresar de Babilonia, donde estaban cautivos, a Jerusalén, podían encontrar varios peligros, sus vidas corrían riesgo como ser víctimas de los ladrones, enfermedades y otros; pero ahí estaba la buena mano de Dios para protegerlos, por lo que tuvieron un viaje sin problemas.
¿Por qué la mano de Dios estaba con Esdras?
Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.
Esdras 7:10 (RVR 1960)
La respuesta está en este pasaje, Esdras preparó su corazón para escuchar la palabra de Dios, pero también para cumplirla y enseñarla. De esa manera pudo ver la mano del Señor moverse sobre su vida, cumpliéndose así la promesa que en su tiempo Él les dio.
Si quieres que la mano de Dios se mueva a tu favor, debes imitar la conducta de Esdras. Prepara tu corazón, que esté dispuesto a escuchar sus palabras y a obedecer, así podrás presenciar su poder sobre tu vida ¡aleluya!
CVCLAVOZ.
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