El ser humano necesita respirar oxígeno para tener buena salud y sobrevivir. El oxígeno es un recurso indispensable para el funcionamiento del cuerpo y el desarrollo de la vida en la tierra. Si al menos por 10 minutos no hubiera oxígeno en el planeta y dejáramos de respirar nadie podría sobrevivir.

Orar es como respirar       

Cuando nacemos en la familia de Dios, entramos en una atmósfera espiritual y como creyentes necesitamos orar para sobrevivir a la oscuridad del mundo.

La oración es como el oxígeno, fundamental para el buen funcionamiento y desarrollo de nuestras vidas. Por lo tanto, necesitamos respirar el aire de la oración. ¿Cómo va tu comunión personal con Dios?

Desafortunadamente, muchos aguantan la respiración espiritual por largo tiempo, pensando que breves momentos de comunión con Dios son suficientes para sobrevivir. Sin embargo, orar es como respirar el oxígeno que necesitamos para vivir.

No se olviden de orar. Y siempre que oren a Dios, dejen que los dirija el Espíritu Santo. Manténganse en estado de alerta, y no se den por vencidos. En sus oraciones, pidan siempre por todos los que forman parte del pueblo de Dios.

Efesios 6:18 (TLA).

La oración debe ser frecuente y constante.

El ministerio de Jesús en la tierra, siendo humano, fue breve. Sin embargo, durante el tiempo que estuvo, pasó gran cantidad de tiempo en oración.

Los evangelios indican que Jesús tenía por costumbre levantarse temprano por la mañana para hablar con su Padre.

Incluso antes de iniciar su ministerio pasó cuarenta días y noches en constante comunión con Dios. Además, iba al monte de los olivos o se apartaba para estar a solas con su Padre.

Para Jesús la oración fue el aire espiritual que respiraba cada día de su vida. Su relación con su Padre era interminable y constante.

Y nos insta a hacer lo mismo; “Manténganse siempre alerta. Y oren para que sean suficientemente fuertes para escapar de los horrores que vendrán y para presentarse delante del Hijo del Hombre.” Lucas 21:36 (NTV).

CVCLAVOZ.