Es común sentirse atorado. En tu trabajo, en la iglesia, en tu relación con Jesús, tu familia, etcétera. Para estas situaciones, pensamos importante recordarte algunas cosas que podrían ayudarte a salir adelante:

Recuerda quien eres y sobre todo, de quién eres

Jesús nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1

Si tú has creído en  Jesús como tu Señor, toda tu vida ha sido comprada con un precio. Tu pasado, tu presente y tu futuro ahora están en manos de Jesús y por lo tanto, necesitamos recordar que estamos llamando a vivir en libertad. Sentirse atorado no es normal (que no es lo mismo que común) porque tenemos a Dios de nuestro lado.

Admite que estas atorado

En mi vida yo siempre tiendo a negar que estoy atorado. Sobre todo como diseñador hay ocasiones en las que nada de lo que hago me gusta y me frustro, me enojo, me desmotivo y finalmente termino por entregar porquerías. Es hasta que admito que estoy atorado que es cuando puedo ver los posibles motivos. Puede ser estrés, alimentación, falta de descanso apropiado o cualquier otra cosa. Sin embargo, te diré que la gran mayoría de las veces que descuido mi relación con Jesús es cuando más me atoro. Otra cosa que debes hacer es rodearte de cristianos saludables que te pueden apoyar, orar por ti, estar contigo. Estamos llamados a vivir en comunidad, aprovéchalo.

Ponte metas realísticas

Haz listas de tareas. Empieza por las que sean más fáciles. Esto te dará un sentido de que completaste algo y te motivará. No importa si pones en tu lista cosas simples como ‘sacar al perro a pasear’. Nuestro cerebro está hecho para completar tareas.

Otra cosa es que si estas en este atoramiento seas realista con lo que puedes completar. No te presiones y verás cómo poco a poco irás saliendo.

Haz algo

En lugar de quedarte sentado lamentándote de lo terrible que es tu vida y como llevas años en la misma situación, levántate y haz algo. Si estas ‘esperando a que el Señor te muestre lo que quiere para tu vida’ te diré un secreto: El Señor está esperando a que te levantes y hagas algo de tu vida. Así de fácil.

Pide ayuda

Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso. – Proverbios 16:18

Admitir que no puedes solo es un fantástico ejercicio de humildad. Si necesitas delegar tus funciones hazlo. Si necesitas un par de manos que te ayuden pídelas. El orgullo tiene la característica de que no lo notamos hasta que es demasiado tarde. Pedir ayuda es una manera de prevenir que te destruya antes de que lo destruyas tú a él.

Lo maravilloso de Jesús es que su presencia nos toma de donde estemos pero se niega a dejarnos en donde estamos. Jesús te ha dado el poder para salir adelante. Qué esperas?

Vía: DirectorDeAlabanza (Instituto Canzion)