Muchas veces le pedimos a Dios que nos cambie porque ya no queremos desobedecer, pero dejamos todo en una petición; recuerda que las decisiones que tomas son tu responsabilidad, no la de Dios.

Pero Dios no lo hizo…

Cierta niña se metía continuamente en problemas a causa de su desobediencia; aunque después se arrepentía sinceramente.

Una tarde se presentó ante su madre y con la mayor naturalidad le dijo:

– Mamá, supongo que me oíste anoche cuando dije mis oraciones, ¿no?

– Sí, te oí.

– Entonces supongo que oíste que le pedí al Señor que me hiciera una buena niña, ¿no?

– Sí, preciosa- respondió la madre, advirtiendo la confesión que se avecinaba.

La niña bajó los ojos y dijo:

– Mamá, pero Dios no lo hizo.

Sé responsable y deja de culpar a Dios

Mucha gente se pregunta: ¿Dónde estaba Dios cuando pasó esto? ¿Por qué Dios no me detuvo? ¿Por qué no hace que deje este vicio?, ¿Por qué no me hace más paciente? y tantas cosas más cuando se ve en medio de dificultades.

En muchas ocasiones esas preguntas surgen como una forma de culpar a Dios por los errores que cometimos; sin embargo, cada decisión que tomamos es nuestra responsabilidad, nosotros debemos hacernos cargo de las consecuencias.

Dios nos dio la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, nos dio libre albedrío, pero cuando las consecuencias de nuestros actos no nos gustan, buscamos hacer responsable a Dios.

Dios te perdona, pero la responsabilidad es tuya

Cuando te acercas a Dios con un corazón sincero y le pides perdón por tus faltas, Él te perdona y olvida aquello que hiciste o dijiste. Sin embargo, la consecuencia de nuestros actos es responsabilidad nuestra y debemos ser capaces de asumirla en lugar de culpar a Dios o a los otros por nuestros actos.

Si realmente quieres cambiar y hacer lo correcto, busca de Dios, lee su Palabra y atiende a sus mandamientos. El Señor te dará las fuerzas y la sabiduría para hacer lo que es bueno ante sus ojos, pero debes ser consciente de cuál es tu parte.

Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les controle la mente lleva a la vida y a la paz. Pues la naturaleza pecaminosa es enemiga de Dios siempre. Nunca obedeció las leyes de Dios y jamás lo hará. Por eso, los que todavía viven bajo el dominio de la naturaleza pecaminosa nunca pueden agradar a Dios. Pero ustedes no están dominados por su naturaleza pecaminosa. Son controlados por el Espíritu si el Espíritu de Dios vive en ustedes.

Romanos 8:6-9 (NTV)

Más allá de buenas intenciones, debemos ser capaces de tomar buenas decisiones y esto es posible con la ayuda de Dios.

Deja de desear ser mejor persona o de querer hacer lo bueno y ponte en acción.

CVCLAVOZ.