Jesús les respondió: – Yo soy el pan de vida. – Juan 6:35 (RVR)

Me encanta probar comidas de culturas diferentes, especialmente el pan. Algunos panes tienen levadura y otros no. Algunos son densos y oscuros, mientras que otros son suaves y ligeros. Nunca me canso de estudiar cómo cada cultura hace su pan.

Más allá del sabor y la textura, todos los tipos de panes comparten un propósito. En muchas culturas, el pan es una parte esencial de nuestras comidas. Nos alimenta y nos da fuerza. También nos une. Cuando como mi pan tostado por las mañanas, me imagino a otra persona en un país lejano disfrutando el pan en el almuerzo o la cena.

Cuando Jesús dijo, «Yo soy el pan de vida» inmediatamente entendemos la parte central que Dios tiene en nuestras vidas. Cuando vivimos fielmente, compartimos a Jesús, el pan de vida, con otros, lejos y cerca. Cuando pensamos en Jesús, «el pan de vida», nuestro pan cotidiano deja de ser ordinario y adquiere significado.

Pensamiento para el día [Pq]Jesús es nuestro alimento espiritual.[/Pq]

Sra. Maureen Pratt (California, EE. UU.)