Estuve reflexionando en los temas que suelo tocar en los programas de radio que hago. Pienso que, aunque puedo dar buenos consejos, animar a alguien, motivar a otros, incentivar a algunos a ser mejores, soy tan humana como todos. No tengo todas las soluciones. Nadie las tiene. Nadie es perfecto. No quiero que alguien se confunda debido a los programas.

Es esa imperfección en diferentes cosas las que nos hace únicos, irrepetibles, excepcionales a todos los seres humanos. Ah, pero ya lo ven, positiva sí que soy. Ha sido una decisión.

Reconozco que siento rechazo, no de una manera abrupta, y trato de no demostrarlo abiertamente; pero mi humanidad rechaza a las personas negativas. Aquellos que si no se están quejando de algo, están diciendo algo nefasto de un incidente que ocurrió, de una persona con la que intercambian a diario o acerca del lugar donde viven, sea su vivienda o sea el país. Provoca preguntarles si no ven algo positivo, así sea pequeño en aquello a lo que se refieren a diario en forma de queja o crítica.

Amar la vida comienza con ser positivos

Todos podemos tener momentos de queja, de crítica, pero cuando se torna en una costumbre, cuando lo hacemos parte de nuestra conversación diaria, tenemos que decidir buscar una solución, porque puede llegar a definirnos como amargados. ¡Terrible!, ¿no?

Por tanto, si hacemos una crítica, reprendámonos nosotros mismos y cambiémosla en el acto por un comentario positivo. Nos va a hacer sentir mejor, puede hacer que otras personas disfruten más de nuestra compañía y ayudará a motivarnos a tener mejor disposición para todo.

Disponernos a ser positivos, a buscarle lo bueno a cada persona y cada circunstancia nos hace crecer espiritualmente. Es parte de sentir y demostrar amor.

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 1 Juan 4:7 (RVR1960)

Yo les aconsejo ir más allá. Amemos también todo lo que nos rodea, las oportunidades diarias, el lugar donde habitamos, el país donde vivimos, la comida que comemos, las amistades que tenemos, la familia a la que pertenecemos, amémonos nosotros y nuestro cuerpo, nuestro cabello, nuestra mente, nuestras virtudes y nuestras imperfecciones… ¡amemos y disfrutemos nuestra vida!

CVCLAVOZ