Con todo y con todos. También con los que te hacen daño o algún mal, porque si sabes aprovechar eso que tu llamas ofensas ganarás un bien espiritual para tu alma mucho mayor que el daño que quizá te hayan podido hacer. Hay que agradecer lo grande y lo pequeño, lo bueno y lo malo, porque en todo está Dios. Comienza tu jornada agradeciendo al buen Dios todo lo que te viene de El. A lo largo del día no te olvides de renovar ese agradecimiento y reconducirlo todo a El. Por la noche, que el momento final de tu examen de conciencia sea también de profunda gratitud.
Tremendo vídeo
Robert Lora
Founder & CEO de CristoJuvenil.Com, cristiano por la gracia a de Dios , fotógrafo profesional, ingeniero en sistemas, comunity manager, desarrollador web y apasionado de la tecnología.
Noticias relacionadas
¡Suscríbete a nuestro Canal!
Suscríbete ahora
* Recibirá las últimas noticias y actualizaciones sobre tus ministerios favoritos!