ISRAEL.- Desde hace décadas, la Embajada Cristiana Internacional de Jerusalén, un grupo cristiano evangélico proisraelí, organiza este multitudinario encuentro en coincidencia con la festividad judía de Sucot (Fiesta de los Tabernáculos), que parte del Parque Sacker, cerca del Parlamento israelí (Kneset) y paraliza el centro de la parte oeste de la ciudad.

Este año coincide con la polémica resolución de la UNESCO -Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- el pasado jueves con respecto a Jerusalén y, en concreto, la explanada de la mezquita de Al Aksa, donde se elude el pasado judío del lugar y se critica la gestión de Israel de los lugares sagrados para las tres religiones del libro.

El anuncio de esta resolución ha causado una profunda indignación en Israel.

A la marcha también asisten organizaciones locales, empresas, clubes deportivos, instituciones y soldados y veteranos de las Fuerzas de Defensa de Israel pero sobre todo está protagonizada por delegaciones de iglesias y creyentes evangélicos de los cinco continentes que desfilan tras los estandartes de sus países de procedencia.

Entre ellos destacan los latinos y especialmente los brasileños con miles de asistentes, como Luciana Sanpallo, que se confesaba emocionada por ser la primera vez que acudía al evento.

“Dios bendiga a Israel” se escuchaba una y otra vez entre la multitud visiblemente entregada a la celebración y que se ha convertido en uno de los eventos principales de la semana de festividades judías de Sucot.

En los márgenes de la marcha, los ciudadanos israelíes se situaban en las vallas de protección desde donde recibían los vítores, muestras de apoyo, banderas y regalos de los miles de visitantes.

El israelí Ronen Levi acude cada año como espectador, y poco después de comenzar la marcha ya acumulaba en su mano las banderas de una decena de países que le iban entregando con entusiasmo los asistentes como apoyo de sus naciones.

ISRAEL Y LA BIBLIA

“Esta marcha pretende juntar a los países para cumplir las palabras bíblicas que dice que todas las naciones van a subir a Jerusalén para adorar al Rey de Reyes que es Jesucristo y aquí estamos nosotros cumpliendo este mandamiento”, afirma el brasileño Saúl Fernández.

Los participantes evangélicos hacen una interpretación literal de textos del Antiguo testamento para sostener que los “gentiles” (no judíos) deberán apoyar y bendecir a los judíos para que el Mesías pueda bendecir al mundo entero.

Muchos cristianos evangélicos consideran que el retorno de los judíos a la Tierra Prometida es uno de los principales anuncios y requisitos para que Jesús vuelva a la Tierra por segunda vez y, por tanto, condición imprescindible para que se cumplan los últimos tiempos anunciados.
Según esta creencia, será en esta segunda venida de Jesús cuando los judíos le reconocerán a como el Mesías, lo que no hicieron hace ahora algo más de dos milenios.

Por ello, muestran su apoyo a la reagrupación del pueblo israelí y el mantenimiento de lo que consideran una Jerusalén unificada.

Fuente: Protestante Digital