Las madres tenemos una importancia decisiva en la formación de nuestros hijos y somos desafiadas diariamente en 5 aspectos de nuestra labor maternal:

Como madres debemos:

  1. Cuidar el tiempo para estar con nuestros hijos
  2. Oírlos,
  3. Respetarlos,
  4. Valorar nuestro rol de mamás frente a nuestros hijos,
  5. Orar por ellos todo el tiempo.

Dios mismo nos presenta el modelo de una mujer real, que como tú y yo, creemos que en Dios podemos ser mejores mamás: Somos mujeres especiales, generamos confianza; somos responsables, sabias e inteligentes; trabajadoras,  generosas, seguras y virtuosas mujeres de Dios.

Hoy quieroMadre invitarte a que puedas leer en tu Biblia la historia de una mamá a quien le tocó vivir circunstancias especiales: Agar, y su hijo Ismael (leer Génesis 21:14-21) y compartir un principio fundamental: Ante Dios, nosotras somos y tenemos autoridad sobre nuestros hijos.

Llegó el momento de despedir a Agar e Ismael de la casa de Abraham, y él mismo coloca sobre el hombro de Agar un odre de agua (figura del Espíritu Santo), pero cuando los recursos se acaban y parece que van a morir, Dios mismo “OYE” la voz  de clamor de nuestros hijos pero “NOS HABLA” a nosotras, las mamás y nos da la palabra precisa, de aliento y dirección, de esperanza y vida: “porque yo haré de él una gran nación”.

Recuerda que Dios nos ama, ama a nuestros hijos y si le escuchamos y actuamos en consecuencia, Dios cumplirá Su propósito de bendición en la vida de ellos.

¿Puedes creerlo? Porque para el que cree, ¡TODO ES POSIBLE!

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