Los evangélicos bautistas abren sus iglesias y hogares a refugiados y fugitivos, tras conquistar el ejército rebelde M23 la ciudad de Goma.
Los bautistas (cristianos evangélicos) de la República Democrática del Congo están aportando sus hogares, sus manos, iglesias y casas para las necesidades humanitarias en medio del caos producido después de la caída de Goma, una de las grandes ciudades del país, en manos de rebeldes.
Goma, una ciudad de cerca de 1 millón de habitantes , situada en la orilla norte del lago Kivu, frontera con Ruanda, tenía sin embargo una población que casi duplicaba la suya propia. Había sido refugio de cientos de miles de personas (unas 650.000) que habían huido de sus hogares en el este del Congo desde que comenzó el ataque del grupo rebelde M23.
Mike Musafiri , director del Ministerio de desarrollo y Ayuda de la comunidad de iglesias Bautistas en el Congo oriental, expresó que los intensos combates recientes impidieron el normal desarrollo de la vida de las iglesias a partir del pasado domingo 18 de noviembre. “No fue posible llegar a las iglesias debido a las bombas y los disparos entre los rebeldes y el ejército regular”, dijo Musafiri. La lucha siguió siendo intensa durante el martes (20 de noviembre) por la mañana, pero por la tarde Musafiri la describió como “muy tranquila, sin disparos, ni bombas.”
Pascal Ndihokubwimana, director de Ayuda y Desarrollo para la Unión de iglesias Bautistas en Congo, ha informado que el campamento de desplazados de la ciudad, que albergaba a unas 16.000 familias que habían llegado huyendo hasta Goma, se ha quedado vacío. Además, tras la invasión muchos civiles se aventuraron a huir de sus hogares.
Ante esta situación, un buen número de iglesias bautistas de la región sirvieron como refugios para estos residentes y refugiados desplazados . Una sola Iglesia Bautista. en Hekima, albergó hasta 150 personas, mucho más de lo que las condiciones físicas y sanitarias de la iglesia está preparada para acoger.
Muchas familias bautistas acogieron a las personas desplazadas en sus hogares . El propio Musafiri alberga dos de esas familias.
Pero los cristianos bautistas se ven desbordados y como informa Bob Allen, de la Associated Baptist Press, están pidiendo ayuda para responder a esta catástrofe humanitaria que se enmarca en los enfrentamientos desde abril pasado entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes en esta nación de África central.
LUCHA FRATICIDA
Las fuerzas rebeldes capturaron Goma el 20 de noviembre después de una avanzada de cinco días, que acabó con el cese del fuego no oficial que duró tres meses . El grupo rebelde, denominado M23, está formado por los amotinados que anteriormente pertenecían a un grupo de rebeldes tutsis que se integró en el ejército regular en 2009, buscado previamente conversaciones con el Presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila pero que ahora pretenden “liberar” el país marchando casi 1.000 kilómetros desde la ciudad de Kinshasa.
Los rebeldes han sido culpados de muchos cientos de muertes en los últimos siete meses.
EL PAÍS DEL CONGO
La República Democrática del Congo, es el segundo mayor país de África por superficie, tiene la segunda comunidad de Bautistas en el continente, con más de 2,1 millones de miembros en quince organizaciones que son miembros de la Alianza Mundial Bautista.
El Zaire, ex colonia belga es rica en minerales, incluyendo el coltan, un mineral metálico usado en teléfonos móviles y ordenadores, pero es uno de los países menos desarrollados del mundo. Observadores internacionales han acusado a Ruanda y Uganda, rivales que han luchado con el Congo desde la década de 1990, de apoyar a los rebeldes, cargos que ambos gobiernos niegan.
Las fuerzas rebeldes han sido acusadas de violaciones al derecho internacional, incluidas la violación y el uso de niños soldados. El Consejo de seguridad de las Naciones Unidas exigió que el M23 inmediatamente se retire de Goma y pidieron sanciones contra los dirigentes rebeldes y los que prestan apoyo externo.
Los rebeldes tomaron Goma con poca resistencia, a pesar de la presencia de 1.500 cascos azules de la ONU que tuvieron una “reacción rápida” en respaldo a las tropas del Gobierno. La ONU defendió su postura en Goma, diciendo que una batalla por la ciudad hubiera puesto a los civiles en riesgo.
Fuentes: Baptist Press
Editado por: Protestante Digital
Robert Lora
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