El atacante fue identificado como Dimitrios Pagourtzis. Las autoridades indicaron que han encontrado explosivos en el centro y los alrededores, así como en la casa y auto del sospechoso. Otras 10 personas resultaron heridas.
Ahora se encuentra en la cárcel del condado de Galveston, sin posibilidad de salir bajo fianza y acusado de asesinato. Allí fue presentado esta tarde ante un juez, donde aceptó ser representado por un defensor público.
Abbot indicó que Pagourtzis entró en la Santa Fe High School, que está a unas 30 millas (unos 50 km) al sur de Houston, con una escopeta y un revólver calibre .38, que eran propiedad de su padre. Llevaba las armas escondidas en un largo abrigo que vistió a pesar de los 90 grados Farenheit que se sentían este viernes.
«Ninguna de las armas eran del atacante ni estaban registradas legalmente a su nombre», explicó Abbott. «No tengo información de si el padre estaba consciente de que su hijo había agarrado las armas», añadió.
Además, confirmó que tanto en la casa, en el auto y en la escuela se encontraron una bomba casera hecha con una olla de presión y un cóctel molotov, así como explosivos.
Ed González, alguacil del condado Harris, informó que, además del sospechoso, otra persona de 18 años fue interrogada al considerar que podría haber actuado en complicidad con el atacante, aunque no creen que haya disparado. Cuando fue detenido estaba herido.
El alguacil confirmó que la mayoría de los fallecidos son alumnos de la Santa Fe High School. Distintos medios aseguran que se trata de nueve estudiantes y un profesor.
Un oficial escolar –de los dos que actuaron en primer momento– también resultó herido, aunque se desconoce la gravedad de las heridas.
Pocas alarmas sobre el tirador
El sospechoso dejó escrito en su computadora y teléfono celular que tenía la intención de cometer un tiroteo y suicidarse pero, según reveló el gobernador, luego confesó a las autoridades que no tuvo el coraje de hacerlo.
Para Abbott, «las luces rojas que hemos visto en otros tiroteos eran inexistentes o muy imperceptibles». Cree que solo las imágenes en su Facebook pudieran haber alertado.
Para las autoridades, Pagourtzis no representaba una amenaza. De hecho, ya había hecho planes de entrar al cuerpo de Infantes de Marina de Estados Unidos una vez se graduara de secundaria en 2019. Vivía en la misma zona de la escuela, Santa Fe, a 50 kilómetros al sureste de Houston, una de las zonas que sufrió más con el paso del huracán Harvey en 2017.
El joven había jugado fútbol americano en los dos últimos años. Era liniero defensivo.
«Estábamos en shock»
Las autoridades recibieron la alerta hacia las 8:00 am y una hora después notificaron en Twitter sobre el cierre de la escuela. Hasta el momento, se desconocen los motivos de los sospechosos.
Una alumna del centro dijo a ABC13 que hacia las 7:45 de la mañana las alarmas de incendio se dispararon y los estudiantes abandonaron las aulas atendiendo una presunta emergencia. Algunos alumnos afirmaron haber escuchado tiros. La joven se encontraba protegida junto con otros alumnos y profesores.
Según su testimonio, el atacante entró en la clase de arte y comenzó a disparar, aunque esta información no ha sido verificada por las autoridades.
Otros estudiantes contaron que después de eso se escucharon algunas detonaciones y los profesores solo les pidieron correr.
Rome Shubert, uno de los sobrevivientes y que resultó herido por una bala que le rozó la cabeza, contó en distintos medios que el atacante disparó entre 10 y 12 veces antes de irse del aula en la que él se encontraba. «Solo pienso en que fui uno de los sortarios (…) Me entristece que mis compañeros no se salvaron. No había razón para que fueran matados con disparos. No lo merecían», dijo a CBS News.
Damon Rabon, otro de los jóvenes que estaba en la escuela, contó que mientras estaban en clase escucharon los primeros disparos y un rato después sintieron el enfrentamiento entre el atacante y la policía. «Estábamos en shock por completo. Había un completo caos», dijo al canal CNN al contar que todos lloraban.
En fotos: Autoridades atienden a las víctimas de un tiroteo en una secundaria de Texas
En una declaración jurada hecha por Pagourtzis y citada por medios, el joven admitió su culpabilidad y dejó por escrito que «no disparó a los estudiantes que le caían bien para que su historia pudiera ser contada».
Al menos 14 personas eran atendidas este viernes en tres hospitales cercanos a la secundaria. Algunos fueron trasladados en helicópteros. Ocho de ellas se encontraban en el Clear Lake Regional Medical y sus autoridades han explicado que tres llegaron en condiciones de gravedad.
Los médicos de The University of Texas Medical Branch comunicaron que recibieron a cuatro pacientes y dos más fueron trasladados al Mainland Medical Center.
Trump reacciona
El presidente Donald Trump publicó un tuit en su cuenta en el que dijo: “Tiroteo en una escuela en Texas. Los reportes iniciales no se ven bien. ¡Que Dios los bendiga a todos!”.
School shooting in Texas. Early reports not looking good. God bless all!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 18, 2018
Poco después, el presidente se dirigió a los medios desde la Casa Blanca: “Estamos en duelo por la terrible pérdida de vidas. Mi administración está dispuesta a hacer todo lo que esté en nuestro poder para proteger a nuestros estudiantes, asegurar nuestras escuelas y asegurarnos que las armas no caigan en las manos de quienes son una amenaza a ellos mismos y a otros».
«Todos debemos trabajar juntos a todos los niveles del gobierno para mantener a salvo a nuestros niños. Que Dios sane a los heridos y que Dios reconforte y esté con las víctimas y con sus familias”, añadió.
Asimismo, ordenó que todas las banderas ondeen a media asta hasta el martes por la tarde para honrar a los fallecidos.
Este nuevo incidente se produce solo tres meses después de la masacre en Parkland, en la que murieron 17 estudiantes y profesores. Este tiroteo lanzó de nuevo el debate de las armas y su uso en los centros escolares.
Cameron Kasky, sobreviviente de Parkland y uno de los fundadores del movimiento estudiantil ‘Never Again’, hizo un duro tuit contra el presidente por tratar el tiroteo como «un juego deportivo».
Treating it like a sports game you sick bastard. https://t.co/kY3a61x4aN
— Cameron Kasky (@cameron_kasky) May 18, 2018
Abbott pidió en una conferencia de prensa «estar unidos como una comunidad» y mostró su compasión con los padres afectados.
«Es hora de actuar para que algo así no vuelva a repetirse en Texas», sostuvo al anunciar una ronda de conversaciones para la semana que viene dedicada a los tiroteos escolares.
Por su parte, la secretaria de Educación, Betsy DeVos, publicó un comunicado en el que dijo que las escuelas tienen que ser «lugares seguros» y sostuvo que «no podemos permitir que esta tendencia continúe».
Unas 13,000 personas viven en Santa Fe. El centro escolar tiene aproximadamente 1,400 estudiantes, según GreatSchools.org. La escuela estaba en las dos últimas semanas de clase antes de las vacaciones.
La Santa Fe High School fue cerrada el 28 de febrero también por un posible tiroteo.
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