“No te he dicho que si creyeres verás la gloria de Dios” Juan 11.40
En ocasiones existen obstáculos para que veamos milagros en nuestras vidas, para la gloria de Dios. Solemos enfocarnos solo en el problema, en la enfermedad, circunstancias negativas; ¿podré ser perdonado? El pasado me persigue, no puedo perdonar. Pensamos que nuestra situación es peor. En fin, sepultados como Lázaro, pero, ¡Hay promesas de vida!
Lázaro, amigo del Maestro enfermó y murió, ya habían pasado 4 días en el sepulcro cuando Jesús llegó a casa de sus hermanas Marta y María, pero Marta con mucho dolor en su corazón le dijo:-’si hubieses estado aquí mi hermano no habría muerto; mas sé que todo lo que pidas a Dios te lo dará.
Todo tiene un propósito, tenía un milagro mayor que hacer, para aumentar la fe de muchos. Se encontraban espectadores esperando que sucedería; y mirando al Maestro cuando lloró por la enfermedad y la muerte de su amigo.
Hay circunstancias similares, cuando sentimos que nos visita el valle de la muerte, la soledad, incertidumbre, angustia y nos convertimos en espectadores también sin darnos cuenta. (A ver Dios -¿Que vas a hacer ahora con este problema que tengo?)Pero el amor de Dios es irremplazable y misericordioso y Soberano; y allí está para demostrarnos una vez más que él es la resurrección y la vida.
Jesús dijo: ¡Quita la Piedra, Lázaro ven fuera!-. El milagro ocurrió, la piedra fue quitada y hubo sanidad. Su tejido en su piel, sangre por sus venas, su corazón volvió a latir. ¡Un milagro más! Nuestro Dios que se merece todo respeto, respeta al hombre porque nos creo y nos ama.
Si tú crees, verás la gloria de Dios, si tú quitas la piedra, ya no estarás en muerte, sino en vida, si permites que él te quite la venda de tus ojos, verás su luz. Recibe en abundancia ¡hoy!, Escucha su voz. Lo último que dijo: Desátale y déjale ir….¿Que esperamos? ¡Libertad!
Robert Lora
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