Ahora muchos años después veo hacia atrás, veo que lo que pensé imposible se convirtió en posible, que lo que creía perdido, esta rescatado y que lo que creía que no seria, fue y será, me encuentro con una sonrisa de felicidad absoluta disfrutando de la vida que Dios me regalo, disfrutando a mi amada esposa, mi compañera de mil batallas, la mujer que se decidió a respaldarme en todo y por la cual le agradezco todos los días a Dios. Veo mis dos hijos, a mi pequeño Uziel y a mi pequeñita Valentina, me siento demasiado bendecido, estallo de felicidad, un momento con ellos es una delicia, poder abrazarlos, besarlo o simplemente mirarlos me hace sentir dichoso y bienaventurado.
Autor: Enrique Monterroza Escrito para www.enriquemonterroza.com
Robert Lora
Noticias relacionadas
¡Suscríbete a nuestro Canal!
Suscríbete ahora
* Recibirá las últimas noticias y actualizaciones sobre tus ministerios favoritos!