La cualidad que Dios te dio es suficientemente grande para llevar tu vida a otro nivel, a un nivel de expansión, crecimiento y multiplicación.

Todos poseemos la habilidad de triunfar. Desde tu nacimiento, Dios te ha dado grandes cualidades, usándolas responsable y apropiadamente, estas te colocaran en una situación de privilegio.

Diferente a la situación de aquellos que se rehúsan emplearla.
En la parábola de los talentos (mateo 25) vemos un claro ejemplo de esto. En esta historia encontramos a un grupo de siervos a quienes se le encargo la tarea de negociar con los talentos otorgados por su señor; a cada uno le correspondió una suma diferente, de acuerdo a sus capacidades para negociar.

Uno recibió 5 talentos, otro 3 y a otro le fue dado un solo talento.

Uno pensaría que quien recibió más, tendría mayores posibilidades de negociar que aquel que recibió menos, pero no es así. Todos tuvieron la misma oportunidad ya que un solo talento era cantidad suficiente para hacer mucho dinero. Un talento era igual a 6000 denarios, el denario representaba la suma correspondiente a un día de trabajo, así que, según la moneda de tu país, puedes obtener una suma aproximada de cuánto dinero representaba. Sin duda no era poco, al contrario era más que suficiente para emprender cualquier negocio o inversión, o en el último de los casos, colocarlo en un banco y recibir los intereses. Todos negociaron menos el siervo negligente, aquel que había recibido un solo talento. El miedo, el temor lo paralizaron, escondió el talento, y al llegar su señor no pudo ofrecerle ninguna ganancia de aquella considerable suma de dinero.

Posiblemente creas que no eres como algunas personas que fueron dotadas de grandes aptitudes, tal vez te sientas inferior en algunos aspectos, pero sin lugar a dudas, el Creador a puesto talentos en ti, muchos o pocos, no interesa, lo que necesitas entender es que aunque sea una sola cualidad, esa cualidad, trabajada y perfeccionada es suficientemente grande para llevar tu vida a otro nivel, a un nivel de expansión, crecimiento y multiplicación. Alguien dijo que los profesionales raramente se destacan en 2 o 3 cualidades, normalmente son especialistas solo en una, y eso es suficiente para destacarse.

Dejarte llevar por el desánimo y sentirte inferior solo te conducirá al sitio donde muchos han visto morir su sueño, es la cuidad fría y gris llamada conformismo, un lugar sombrío donde la gente acostumbra enterrar sus dones y talentos como si fueran cadáveres. Habituados a la impotencia y el fracaso, todos hablan el mismo idioma y pronuncian constantemente las mismas palabras «…no puedo,… es imposible,… que lo haga otro,…ya lo intente pero…, en este país es muy difícil,… la vida es injusta, ¿…porque será que otros tuvieron más suerte que yo?
Querido amigo, no fue el plan original de Dios que habites en ese lugar, has nacido para vencer, para triunfar, no para simplemente sobrevivir y llevar una vida de tormentos. Tu naturaleza es para liderar, guiar, empezando por tu propia vida, conduciéndola con sabiduría, otorgándole todo lo que necesita y dándote a ti mismo la oportunidad de triunfar.

Pon bajo tus pies el temor, la duda, el complejo de inferioridad.

Según estudios científicos, las personas con mayor capacidad, las que poseen un coeficiente intelectual superior al promedio, son más propensas a sufrir estos males, ¿qué paradoja, verdad? Revélate ante esa enfermedad del alma y de la mente. Eres la respuesta de Dios para este mundo que sufre.

Eres de mucho valor para El y para aquellos que sin saberlo, necesitan lo que hay dentro de ti.

Este es el momento adecuado para dar uso de todo el capital del cual fuiste provisto, no desperdicies ninguno de los dones que posees.
Anímate, esfuérzate, si quieres puedes lograrlo.

Alcanza tus objetivos, lucha por tu propósito, nunca abandones la carrera.

Esto pude llevarte sin lugar a dudas, del lugar de la humillación hasta la cima de tus sueños.

Por Mario Serrano / avanzapormas.com