Fuiste creado para ser artífice de tu destino y esa responsabilidad no puedes delegarla más que a ti mismo, somos cada uno de nosotros quienes tendremos que responder ante Dios por cada una de nuestras actitudes, somos quienes nos encargaremos del éxito o el fracaso de nuestras vidas.
Seguramente has oído a algunas personas decir que no alcanzaron sus sueños por culpa de terceros,… porque no recibieron al apoyo de sus padres, porque no tuvieron la oportunidad de estudiar, o concluir sus estudios, porque su conyugue…, porque el gobierno…, porque el jefe…, porque el profesor…, el Pastor…, el clima…etc., y no nos damos cuenta que la historia está llena de hombres y mujeres que llegaron a la cima a pesar de todas las controversias que debieron atravesar, muchos provenían de hogares humildes, no tuvieron mucha educación, también fueron incomprendidos, pero a pesar de todo alcanzaron el éxito, no permitiendo que las personas o las circunstancias dictaran su futuro.
Cuando eras niño dependías del cuidado de tus padres, ahora debes saber que tu vida es enteramente tuya, y todo lo que ocurra será porque así lo encaminaste. Debes estar consciente de que tu vida está completamente a tu cuidado, si le das mal uso serás responsable de tus fracasos, si la sabes aprovechar serás tú, quien será beneficiado.
A diferencia de los animales, fuiste dotado de una mente, un cerebro único, diferente e individual, listo y con todas las cualidades necesarias para razonar, discernir, tomar decisiones sabias y así poder gestionar tu vida de manera que puedas alcanzar el éxito.
San Pablo compara la vida espiritual de los creyentes con un edificio, con una obra de arquitectura, (esto puedes leerlo en 1Corintios 3:9-14), mencionando que el como perito arquitecto sentó las bases, puso el fundamento de nuestra vida espiritual, que es Cristo, y nosotros debemos continuar la construcción poniendo un cuidado especial en la forma y en la calidad de los materiales que vamos a utilizar para edificar nuestra vida.
Es interesante mencionar que en Mateo capítulo 7 versículo 24 al 27, Jesús también compara nuestra vida con una casa y la permanencia y la solidez de la misma ante el efecto de los fuertes vientos y los distintos cambios climáticos dependerá de nosotros, es decir, de nuestra diligencia en oír y poner en práctica los consejos de Dios. Por esa razón digo que eres arquitecto de tu destino. Si hasta ahora no lo habías pensado es momento de que lo hagas y te des cuenta que nadie puede interferir para que llegues a alcanzar tus metas, el único que puede detenerte ahora, eres tú mismo.
Teniendo un poco más claro este concepto acerca de la responsabilidad que tenemos acerca de nuestro destino, seria productivo comenzar a pensar que podemos hacer para alcanzar nuestros sueños. En primer lugar necesitas tener un plan, ya que todo proyecto serio e importante comienza en la mesa de trabajo de un arquitecto profesional.
Hay un diseño de tu vida, un diseño perfecto, elaborado por Dios, mucho antes que tú nacieras, en ese proyecto están delineados todos los buenos deseos de Dios para ti.
Un buen padre, siempre quiere un futuro próspero para sus hijos, y cuando estos se proyectan y alcanzan sus metas, este se alegra al ver el progreso de los mismos, así también Dios se alegra cuando te introduces en el proyecto perfecto para tu vida, y comienzas a alcanzar las metas que fueron establecidas por el. Tu gran desafío es descubrir el gran propósito de Dios para ti, e introducirte en él.
Éxito verdadero es caminar en los propósitos de Dios, y alcanzar los objetivos que El estableció para tu vida.
¿Cómo puedes conocer lo que el Creador estableció para ti?
Primeramente necesitas tener una relación personal con El a través de Jesucristo.
Luego necesitas permanecer en esa relación cada día de tu vida, de esta manera estarás permitiendo que sus deseos, su voluntad, vayan creciendo dentro de ti, poco a poco, día a día. De esta manera veras con el transcurso del tiempo como, en forma paulatina, tu vida se ira alineando al plan original, al perfecto diseño de Dios para ti.
He visto obras de arquitectura maravillosas, que lo dejan a uno casi sin aliento, como lamentablemente también he visto construcciones de mal gusto, realizadas de forma precaria y sin concluir, tal vez por la escases de recursos, o por no contar con mano de obra calificada, o con los servicios de un profesional.
No tiene que porque ser así, con respecto a la construcción de tu futuro, no debes preocuparte por la escases de recursos, estos están a tu disposición, los planos ya fueron trazados y diseñados por Dios, el planeo lo mejor para ti, eres un proyecto maravilloso único y original…
Los propósitos de Dios hacia tu vida serán revelados poco a poco, no necesitas conocer todo el proyecto, pero puedes ir trabajando con lo que ya sabes, con lo que tienes entre manos, se fiel en lo poco y te será dado más.
Cuando tengas claridad en tu visión y sepas hacia donde debes dirigirte, organízate y lánzate a la acción.
¿Cómo organizarte? Bueno hay muchas maneras, podrías establecer metas a corto, mediano y largo plazo, puedes llevar una agenda para consulta diaria o simplemente tener un papel a mano y anotar tus prioridades para ese día enfocando tus actividades en relación a los objetivos que planeas alcanzar, cualquier método es válido, pero el mejor de todos es el que organice tu vida y te sirva a ti, porque lo importante no es el método sino aquello que te sea útil para gestionar tu tiempo y actividades y así puedas alcanzar en forma inteligente tus objetivos.
Luego debes lanzarte a la acción, no tengas miedo a equivocarte, porque seguramente cometerás errores, debes estar preparado mental y emocionalmente para enfrentar tus errores, ya que a través de ellos aprenderás lo que en otra oportunidad no debes hacer, y así te encaminaras hacia el éxito, porque triunfar no significa, no cometer errores, sino más bien es intentar, equivocarse, aprender de los errores, corregir lo deficiente y probar otra vez hasta lograr tu objetivo. Este método es igual al método científico prueba- error- modificación, y así sucesivamente conformando un ciclo que solo se interrumpe cuando has dado con el resultado correcto.
Este proceso puede llevar años, por eso cuanto antes comiences, mejor.
La clave no es, no cometer errores, sino que la clave es: perseverar, a pesar de todo… Tu vida es demasiado valiosa para dejarla al cuidado de terceros, si tuvieras un vehículo de última generación cero kilómetro, ¿le darías las llaves del automóvil a cualquier persona? Seguramente tu respuesta seria ¡¡¡No…, este automóvil costo demasiado y debo cuidarlo..!!!
Tu vida también es valiosa, Jesús pago el precio más alto por ti, entrego su vida misma, para que con tu fe puesta en él, vivas una vida abundante y poderosa, tu eres el encargado de que así sea, no dejes tu vida en manos extrañas, no permitas que las situaciones negativas, los malos ejemplos, tu pasado, marquen el rumbo de tu vida, comienza ahora mismo a construir un futuro poderoso, eres Arquitecto de tu Destino
– Por Mario R. Serrano -> En Facebook – Más mensajes de Mario Serrano
– Contacto: marioserrano@live.com.ar – www.marioserrano.com.ar
Robert Lora
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¡Que articulaso!
Muy bien estructurado y con las palabras que debían estar, simple pero profundo con las más contundentes verdades.
Extraordinaria coincidencia , conversaba del tema con uno de mis hijos y puse énfasis al expresarle SOMOS ARQUITECTOS DE NUESTRO DESTINO y en mi teléfono que estaba cerca Google respondió esto es lo que hay en arquitectos del destino, aló que al abrirlo y leerlo mi hijo respondió y me dijo es cierto todo lo que UD. Me ha dicho.
Que bien este artículo respaldó mis argumentos a los cuales mi hijo no los ponía convicción.
Gracias