Dar gracias a Dios por el autismo no es fácil decir ni sentir. ¿Sabías que hay padres que maldicen a Dios por el autismo?

El autismo te cambia la perspectiva de ver la vida. Te hace conocer los secretos del amor puro e incondicional escondidos en un ser maravilloso. Maldecir a Dios por el autismo no tiene sentido. Por el contrario, debes bendecir a Dios en todo tiempo.

5 razones para dar gracias a Dios por el autismo

¿El autismo es una maldición de Dios?

1. Aprendes a hablar sin palabras

Según el Mayo Clinic Foundation «el autismo afecta la comunicación y la socialización». Por eso los padres familiares y profesionales desarrollan diversas formas de comunicación no verbal con el niño autista.

Dá gracias a Dios porque el autismo te da la posibilidad de capacitarte diariamente y entender no solo a tu hijo autista sino a todo individuo especial.

Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Efesios 5:20 (NTV)

2. Valoras lo más insignificante

De igual importancia da gracias a Dios por cada logro que tu pequeño alcanza. Sin duda alguna se hace significativo en tu vida cada pequeño paso hacia la recuperación de tu tesoro.

3. Cada logro se festeja

¡Uau! Una fiesta para cada hora del día y para cada logro. Da gracias a Dios por el hermoso ambiente positivo que genera cada meta lograda.

Piensa cuántos padres dan por sentado una sonrisa de su bebé y para ti es una gran celebración. Por eso dar gracias a Dios por el autismo es de sabios.

4. Conoces el amor puro

El amor que te da un niño con autismo es inmensamente puro. Ellos son muy agradecidos a quienes los aman sinceramente.

El amor tan puro que experimentamos cuando tienes un hijo autista no tiene comparación con ningún otro amor terrenal.

5. Te da valor interior

Dar gracias a Dios por el autismo es solo para aquella persona que ha procesado el dolor con sabiduría.

La empatía que desarrollas ante el dolor de los demás te da un valor interno gigante.

Vivimos en un mundo con tendencias narcisistas que te dejan el vacío de la soledad. Por eso cuando te entregas con amor a la recuperación de tu hijo autista la recompensa en grande.

El corazón alegre hermosea el rostro; Más por el dolor del corazón el espíritu se abate.

Proverbios 15:13 (RVR1960)
CVClavoz