SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS. Más de mil evangélicos marcharon en esta ciudad para expresar su rechazo a los matrimonios entre personas del mismo sexo y en defensa de la familia.

“No somos homofóbicos, pero nacemos de un padre y una madre”, escribieron en algunas pancartas los manifestantes, quienes cantaron alabanzas en favor de la familia.

La marcha que comenzó a las 17:00 horas en el poniente de la ciudad, fue encabezada por una manta en la que los protestantes escribieron: “No al matrimonio del mismo sexo”.

Durante el recorrido de más de una hora, los evangélicos cantaron y bailaron y concluyeron la manifestación en la Plaza Catedral, situada en el centro de esta ciudad. Allí, el pastor Dimas Bravo, de la iglesia cristiana Torre Fuerte, organizadora de la manifestación, dijo que “un niño y una niña no nacen homosexuales sino que se hacen”.

Reiteró que “la iglesia cristiana no es homofóbica; yo llevo 20 años orando por los homosexuales; hoy podemos decir a la comunidad homosexual que Cristo los ama”.

En entrevista afirmó que la marcha se hizo “sin ofender ni atacar a nadie ni atacarlos, pues sólo nos pronunciándonos a favor de la familia para llevar un mensaje, ya que como pastores es nuestro deber advertir a la gente”.

Manifestó que “bíblicamente, por causa de estas aberraciones sexuales, la ira de Dios viene sobre la tierra. A veces nos preguntamos por qué hay terremotos e inundaciones, por ejemplo, y es por la desobediencia de los seres humanos. Podemos decir que es por el calentamiento global y que es natural, pero realmente es la ira de Dios sobre el planeta tierra”.

El religioso insistió en que “se está poniendo en riesgo la existencia de la familia como núcleo porque hombre con hombre y mujer con mujer no pueden procrear y en caso de adoptar enseñarían el modelo de vida que ellos tienen”.

“Hemos querido pronunciarnos defendiendo a la familia que Dios ha establecido porque es nuestro deber”, remarcó Bravo.