No es una regla general, pero la mayoría de personas sube de peso en Navidad y Año Nuevo. Este repentino incremento no es producto de una dieta balanceada, sino del consumo exagerado de grasas y dulces. Para no acarrear problemas de salud, ni sentirnos culpables por el peso extra ganado, hay ciertas medidas de precaución que podemos tomar.

1. Haz ejercicio.

Si vives en un lugar en donde es invierno en esta época, no pongas de excusa al clima para no hacer ejercicio. Mientras más te muevas, tu cuerpo procesará mejor los alimentos, tendrás mayor energía y eliminarás las toxinas de tu cuerpo. Si no quieres salir de casa, puedes hacer rutinas cortas de ejercicio de 20 minutos y caminar todo lo que puedas. Si te gusta hacer deportes, aprovecha la estación y ejercítate lo más que puedas.

2. Come porciones pequeñas.

Reduce la cantidad de comida que ingieres y no caigas en la tentación de comer todo lo que está sobre la mesa. Algo que te puede ayudar es servir tus alimentos en platos más pequeños; de esta manera estarás entrenando a tu organismo a comer porciones de menor tamaño.

3. Añade más ensaladas.

En lugar de comer más grasas, harinas o dulces, come más ensaladas que tengan verduras crudas y cocidas. Recuerda que las cremas, como la mayonesa, son altos en calorías y es como si no estuvieras comiendo nada saludable en lo absoluto. De preferencia, come verduras sin cremas ni aderezos extra que puedan añadirle un alto valor de lípidos.

Te interesa:  ¿Es amor o costumbre?

4. Toma agua.

Si vas a asistir a una reunión y te cuesta controlar tu apetito, puedes tomar agua media hora antes de comer. Esto te ayudará a sentirte lleno y a reducir la cantidad de comida que vayas a ingerir. Además, si tomas por lo menos ocho vasos con agua diarios, tu cuerpo estará más hidratado y mejorarás tu bienestar general.

5. Aprende a decir «no».

Si no sabes ponerte un límite al comer, es mejor que evites situaciones que te lleven a comer por demás. No aceptes invitaciones de reuniones en las que sabes que habrá comida. Es mejor disculparse y ser honesto con los que nos rodean, que provocar enfermedades por culpa de nuestros excesos.

 

Este artículo fue producido para radio cristiana CVCLAVOZ.