La Conferencia Episcopal Española, ha remitido a un documento aprobado en el 2006 para mostrar su rechazo a la primera clonación de células madre embrionarias con fines terapéuticos llevada a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Oregón.

En sus orientaciones sobre la licitud de la reproducción humana artificial aprobadas en la LXXXVI Asamblea Plenaria, los obispos afirmaban que “cuando se producen seres humanos en el laboratorio, se comete una injusticia con ellos, porque se les está tratando como si fueran cosas”.

El embrión humano merece el respeto debido a la persona humana porque “no es una cosa ni un mero agregado de células vivas, sino el primer estadio de la existencia de un ser humano. Todos hemos sido también embriones”, recordaba la Conferencia Episcopal citando palabras de Juan Pablo II en su carta Evangelium vitae.

Ante la posibilidad de la clonación terapéutica, los obispos españoles alertaban que con ella se abrirá la puerta también a la clonación reproductiva porque es ya una clonación de seres humanos: “Se trata en efecto, de producir seres humanos clónicos a los que, además, no se les dejará nacer, sino que se les quitará la vida utilizándolos como material de ensayo científico a la búsqueda de posibles terapias futuras”.

El Dr. David Prentice de Family Research Council, un ministerio cristiano, dijo que es una gran preocupación de que algunos científicos todavía estén llevando a cabo la clonación humana, una tecnología que abrirá la puerta a la ingeniería humana y un mundo feliz, pero muy peligroso. En su opinión, la clonación humana es una técnica que requiere la creación específica de un nuevo individuo, aunque sea clonado, en la fase embrionaria, con óvulos humanos y células de tejidos humanos.

“La ciencia moderna ha pasado esto, sobre todo en lo que respecta a las células madre. Sin embargo, la creación y destrucción de embriones humanos clonados para extraer sus células madre embrionarias no es ético, y todo el concepto defectuoso de la utilización de la técnica de la clonación ha sido reemplazada por técnicas no controvertidas”, dice Prentice.

“La clonación también requiere someter la salud de las mujeres jóvenes en riesgo significativo para la de hiperestimulación ovárica, para cosechar numerosos huevos, esto pone en riesgo la salud y la vida de las mujeres que se convierten en proveedores de un producto biotecnológico, y en un blanco para la explotación”, dijo Prentice.

“Teniendo en cuenta que la ciencia ha pasado por la clonación a la producción de células madre, este anuncio parece simplemente una justificación para hacer clones, y hace que la clonación reproductiva y el nacimiento de clones humanos sea más probable”.

El cardenal de Boston y responsable del Comité Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Sean O’Malley advirtió que la técnica “va en contra de la dignidad de las personas porque trata a los seres humanos como productos”.

En una nota, el purpurado afirmó que “la clonación humana con cualquier propósito es incompatible con la responsabilidad moral de tratar a cada miembro de la familia humana como un don único de Dios, como una persona con su propia dignidad inherente”.

“La creación de nuevas vidas humanas en el laboratorio únicamente para destruirlas es un abuso denunciado incluso por muchos que no comparten las convicciones de la Iglesia católica sobre la vida humana”, afirmó el cardenal capuchino.

Asimismo, aseguró que esta manera de manipular embriones también será utilizada por personas que quieren producir niños clonados como “copias” de otras personas. “Tanto si se utiliza para un fin (terapéutico) u otro, la clonación humana trata a los seres humanos como productos, fabricados a fin de satisfacer los deseos de la gente”. Y añadió: “Un avance técnico en la clonación humana no es el progreso de la humanidad, sino todo lo contrario”.

Traducido y adaptado por NoticiaCristiana.com de Charisma News con información de ABC Y Euro News