Pese a la protesta multitudinaria que cerró el centro de la capital de Guatemala y el apoyo del sector privado al paro nacional convocado el jueves, el presidente Otto Pérez Molina aseguró a última hora de la tarde que no renunciará y que su objetivo es llegar a las elecciones del próximo seis de septiembre.

«No podemos romper las leyes del país, aquí deben de haber elecciones», dijo Pérez Molina a la emisora local Radio Sonora. «Yo estoy aquí; no voy a darle la espalda al pueblo de Guatemala, no voy a esconderme… No tengo nada que esconder».

#YoSoySamuel. Con el panorama electoral a celebrarse en poco más de una semana, la organización sin fines de lucro YoSoySamuel, está convocando a los creyentes de Guatemala a unirse en oración para decidir quién será el próximo presidente de la nación.

Sus dirigentes están impulsando una campaña en redes sociales por medio de los hashtag #OroEscuchoVoto y #YoSoySamuel.

El foro presidencial está integrado por iglesias, y medios de comunicación cristianos. Roberto Jiménez, director de iRadios, explica a través de un video posteado en Facebook que están «invitando a todos aquellos creyentes, a todos aquellos cristianos, para que puedan ser parte de esta campaña en la cual les animamos a orar, escuchar la voz de Dios y votar».

La página web del sitio brinda herramientas para que la población pueda meditar su voto de cara a los comicios.

Ola de protesta. Mientras tanto, la escalada de protestas y llamadas de diferentes sectores para que renuncie —desde Iglesia y empresarios a campesinos, universidades y estudiantes— se sumaron al avance político y legal de la posibilidad de que acabe sentado en el banquillo de los acusados por corrupción.

El jueves se integró en el Congreso una comisión que analizará el retiro de la inmunidad del mandatario para que sea investigado sobre su presunta vinculación con un millonario fraude fiscal relacionado con el sistema de aduanas que el miércoles llevó a prisión a la exvicepresidenta Roxanna Baldetti, que renunció el 8 de mayo.

Según la Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, Pérez Molina está vinculado a una red integrada por funcionarios y particulares que gestionaban comisiones a cambio de evadir impuestos. Los fiscales dijeron que en el caso hay 100 personas investigadas, de las cuales al menos la mitad está en prisión desde el 16 de abril cuando se destapó el escándalo.

No obstante, la comisión del Congreso que podría llevar al juicio político nace impedida.

Quedó integrada por los diputados oficialistas Mario Linares y Gloria Sánchez, Jorge Barrios Falla y Sergio Celis del Partido Líder, que actualmente apoya al presidente, y Nineth Montenegro, del partido opositor Encuentro por Guatemala, en minoría y sin capacidad de hacerla avanzar si el oficialismo no abandona al presidente. Además, no se les fijó un plazo para que emitan una recomendación al pleno sobre el retiro de inmunidad presidencial.

Pero la marcha y el paro nacional del jueves mostraron una movilización nunca vista antes en el país donde universidades públicas y privadas, y mujeres indígenas junto a clase media y alta pedían lo mismo mientras en el interior del país se sucedían numerosos cortes de carretera.

Todos articulados en torno a la petición de salida del presidente y la demanda de que se posterguen las elecciones en una serie de protestas que se desarrollan desde hace meses sin que se registre ningún incidente violento. Tal es la voluntad de que no se produzca ninguna violencia que la ministra de Gobernación Eunice Mendizábal ordenó por la mañana a las fuerzas de seguridad que resguardaban las instalaciones de edificios públicos por donde transitaría la protesta no portar armas de fuego.

El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras del país (CACIF), máximo órgano del sector empresarial, exhortó de nuevo el jueves a Pérez Molina a que renuncie al cargo.

«Hacemos un llamado a Otto Pérez Molina para que no se aferre al cargo y escuche el clamor de todo un país que rechaza de forma categórica los actos de corrupción cometidos en su gobierno», indicó un comunicado hecho público por la organización.

Fernanda Monterroso, una estudiante de medicina de 19 años, afirmó que «protestamos por el robo de la infraestructura y los insumos hospitalarios. Los políticos no tienen vergüenza y los pacientes se mueren».

La estudiante, mostrando una pancarta hecha a mano y rodeada de decenas de compañeros, cree que «tiene que irse el presidente y hay que suspender elecciones hasta que se puedan convocar sin candidatos corruptos. Seguiremos saliendo hasta que haya un cambio político de verdad».

La debilidad del presidente es tal que, en un giro sorprendente, la Procuraduría General —que representa jurídicamente al Estado— solicitó la noche del miércoles a Pérez Molina «presentar su renuncia al cargo con el fin de evitar la ingobernabilidad que traiga como consecuencia la inestabilidad de la nación».

Si desea conocer más sobre este movimiento visite http://www.yosoysamuel.org/.