Dios prescribió cada uno de los detalles de tu cuerpo. El escogió el color de tu piel, y todos tus rasgos. El hizo tu cuerpo como si fuera una orden especial de cliente. Dios te creo exactamente de la manera que te quería. 

 El también determinó los talentos naturales que poseería y su personalidad única. La Biblia dice,

«Tú me conoces por dentro y por fuera, tú conoces cada hueso en mi cuerpo; tú conoces exactamente cómo fui hecho, poco a poco; tú conoces cómo fui esculpido de la nada a lo que soy.» (Salmo 139: 15) (Msg).

Dios te hizo por una razón, El también decidió cuándo nacería y cuánto tiempo viviría. El planificó de antemano los días de tu vida, escogiendo el tiempo exacto de tu nacimiento y de tu muerte. La Biblia dice,

«Me viste antes que naciera y pusiste en una agenda cada día de mi vida antes que empezara a respirar. ¡Cada día fue anotado en tu Libro!» (Salmo 139: 16) (LB).