Un estudio realizado por el equipo de investigación del doctor Ross O´Hara, psicólogo social de la Universidad de Missouri, ha corroborado científicamente lo que parece de sentido común e intuye cualquier padre consciente: las escenas de sexo que ven los niños en el cine condicionan su vida sexual y ponen en riesgo su virginidad a una edad más temprana. 

«La influencia de los medios de comunicación sobre el comportamiento sexual de los adolescentes está muy estudiada, pero se ha descuidado el papel de las películas, siendo que las mismas influyen tanto o más que la música o la televisión», explica el doctor O´Hara.

El trabajo de campo fue realizado midiendo la duración e intensidad de las escenas de sexo de 684 películas entre 1998 y 2004, y exponiendo paquetes aleatorios de 50 de ellas a una muestra de 1228 adolescentes de 12 a 14 años. Seis años después, se interrogaba en profundidad sobre su vida sexual y sobre la influencia que en ella había tenido el visionado de los films.

El estudio, que se publicará en la revista Psychological Science, mostró que, entre otros aspectos de la conducta sexual, «los adolescentes expuestos a un material con mayor contenido sexual practicaban el sexo a una edad más temprana y tenían más parejas sexuales» que aquellos que son expuestos a menos películas, o a películas con menor contenido sexual.

El equipo de O´Hara ha estudiado también miles de películas entre 1950 y 2006, encontrando que el 84% tiene algún tipo de contenido sexual en distinto grado o duración de la escena, y eso incluye al 62% de las películas clasificadas para todos los públicos.

Además de comprobar con cifras lo que parece una obviedad, los investigadores de la Universidad de Missouri estudiaron los porqués de esa influencia.

O’Hara informa que el equipo comprobó que el sexo en el cine activa los niveles medibles de esa búsqueda con una «influencia fundamental y con implicaciones mayores que otros comportamientos de riesgo«.

Los investigadores midieron, además, el componente imitativo, encontrando que para el 57% de los adolescentes entre los 14 y los 16 años, se trata de su principal fuente de información sobre el sexo.

Ante estos resultados, el director de la investigación no duda en referirse a los padres: «Este estudio, en confluencia con otros trabajos, sugiere firmemente que los padres deben evitar que sus hijos vean escenas de contenido sexual en el cine en edades tempranas«, concluye O´Hara.

vía AcontecerCristiano.net