Los sudafricanos acudieron en masa, este domingo, a los templos para un día nacional de oraciones y reflexión tras la muerte de Nelson Mandela, unidos en su amor por una figura histórica cuyo funeral se espera sea uno de los más grandes en la época moderna.

«Sentimos que es importante tener un día en el que todos nosotros, como sudafricanos, podamos unirnos y orar por nuestro primer Presidente democrático y reflexionar sobre su legado», dijo el Presidente Jacob Zuma en una ceremonia religiosa metodista en Johannesburgo.

«Pero es también un día para orar por nuestra nación… para orar con el fin de que no olvidemos algunos de los valores por los que él peleó».

Zuma dijo que Mandela había perdonado incluso a aquellos que le mantuvieron en prisión durante 27 años, y que él se había opuesto tanto al dominio blanco como al dominio negro.

En la famosa iglesia Regina Mundi, que se encontraba cerca del epicentro de los disturbios de Soweto en 1976 contra el régimen del apartheid, el padre Sebastian J. Rossouw describió a Mandela como «luz de la Luna», pues ofreció una luz guía para Sudáfrica.

Cientos de personas acudieron al servicio en la pequeña iglesia católica que aún muestra las cicatrices del conflicto.

«Madiba no dudó de la luz», dijo Rossouw. «Allanó el camino para un mejor futuro, pero no puede hacerlo solo».

En todo el país, los sudafricanos han estado honrando a Mandela, que falleció el jueves a los 95 años, y las autoridades esperan que decenas de miles participen en los funerales oficiales la próxima semana.

El funeral de estado y entierro de Mandela se realizarán en Qunu, su pueblo natal, en la Provincia Oriental del Cabo el domingo 15 de diciembre, donde se esperan representantes de la mayoría de los países.

cbn.com