En el 2014, el papa Francisco emergió como un fuerte protagonista político, usando el Vaticano para llevar a cabo reuniones secretas entre los EE.UU. y Cuba, los cuales dieron lugar a una nueva asociación sin precedentes entre las dos naciones. En el 2015, el papa volverá a tratar de influir en los acontecimientos mundiales al ser el orador principal en la conferencia del Calentamiento Global de las Naciones Unidas en París.

The Washington Times reporta que “para el señor Obama y los demócratas, el alinearse con el papa Francisco ofrece claros beneficios a corto plazo, ya que son capaces de poner de relieve un acuerdo sobre temas controvertidos con una de las figuras más respetadas en el planeta.”

Mientras pretenden oponerse, la Iglesia Católica ha sido durante mucho tiempo una defensora de los regímenes socialistas y comunistas en ciudades de América del Sur y Central, algo que es muy atractivo para un simpatizante como Barack Obama. De hecho, hace un año el papa públicamente habló en contra del capitalismo. Lograr conseguir que los Estados Unidos volvieran a crear lazos con la Cuba comunista fue una gran victoria para el Vaticano, y será de gran ayuda para avanzar en su agenda. Ver a Obama someterse a la guía del Vaticano es un gran presagio de lo que puede venir.

El papa también tiene la redistribución de las riquezas en su radar como los objetivos a lograr, y en 2014 dio varias veces sermones sobre la necesidad de las naciones para eliminar la desigualdad de ingresos. Obama ha dicho muchas veces que él es un fuerte defensor de la redistribución de la riqueza. Derechos sociales bajo su presidencia se han disparado. La justicia social, redistribución de la riqueza, la desigualdad económica son todos los ideales marxistas y de Saul Alinsky, los cuales Obama ha abrazado.

La Roma papal está por el camino en dirección a recuperar el poder político que una vez tuvo en el escenario mundial durante los días de gloria del Imperio Romano. La ascensión del papa Francisco como protagonista político ha sido bien recibida por muchos líderes, incluyendo los de la Unión Europea (UE). De hecho, bajo los estatutos de la UE, el papa tiene una de las últimas voces y todo tiene que pasar por su filtro.

NTEB