Los padres de Brian Barcelona se divorciaron cuando el tenía 10 años, en 2001. La situación generó que sufriera depresión. A los 15 se consideraba ateo, aunque su abuela siempre le hablarba de Jesús. “Dios no podía ser real”, pensaba. En 2005, algo ocurrió con Brian, su vida cambió radicalmente cuando fue a la iglesia con un amigo de la familia en 2007.

“Yo estaba totalmente fuera de la presencia de Dios”, dice Brian. “Sin embargo, Dios estaba persiguiendo mi corazón”. Brian testificó sobre el poder sobrenatural de Dios aquel día. “Las corrientes que cargué espiritualmente comenzaron a caer, corrientes de depresión, suicidio, amargura, resentimiento, rabia y lujuria”, dice.

Brian fue quebrantado en llanto. “Yo no podía ver la libertad que yo estaba experimentando, pero yo podía sentir eso en mi corazón”. A sus 18 años Brian fue a una reunión de jóvenes. Al día siguiente algo extraordinario sucedió, Brian sintió la voz del Señor: “Quiero un movimiento que va a salvar a las escuelas secundarias de América”. Su primer reacción fue sentir una gran carga sobre él.

Entonces, su primer paso fue pensar cómo iba a empezar. Se mantuvo en oración y ayuno por un tiempo. Luego tomó la decisión de hablar con la profesora que había liderado el club bíblico de Elk Grove, y logró obtener permiso para hablar dos veces por semana sobre el evangelio. Aunque no tenía entrenamiento, ni cursos y ni experiencia, su obediencia fue más fuerte.

Crecimiento

La reunión comenzó con tres personas pero se extendió tanto que luego el aula estaba llena. Las vidas comenzaron a cambiar. Los adolescentes fueron curados de pensamientos suicidas, trauma de abuso físico y sexual, drogadicción, crisis de identidad entre otros casos.

Ahora llamado el Jesús Jesús, Brian respondió al llamado de Dios con un simple acto de obediencia. Después de dos meses, Brian comenzó a compartir en el club dos veces por semana.

Luego organizó una manifestación en el teatro de la escuela. Cerca de 200 alumnos aceptaron al Señor. “Yo estaba empezando a entender cual era la verdadera cuestión. Cuatro meses después tuvimos 600 estudiantes que se reunían en el gimnasio y entregaban sus vidas a Jesús.

“Poco sabía que este sería el comienzo de un nuevo movimiento misionero en América”, explica Brian. Al año siguiente, Brian fue a una escuela secundaria diferente y formó más clubes de estudio. Semana tras semana, cientos de alumnos vinieron y cnocieron el Evangelio.

Misiones

En 2010, Brian estaba predicando en seis campus de secundaria. Los varios “clubes de Jesús” en California ya contaban con 500 espacios diferentes. En 2013, Brian organizó proyectos de misiones para estudiantes y hoy miles de estudiantes se encuentran cada semana. A partir del año pasado, recibieron una media de 10 mil alumnos semanalmente.

“Somos misioneros para estudiantes. Somos misioneros para las escuelas. “Somos mensajeros para las naciones del mundo”, finalizó.

Fuente Guíame