“¡Te odio, Alicia!”, le gritó Tom. “¡Más nunca vuelvas a entrar a mi cuarto! ¡Eres una ladrona!” “¡Eh, que dices!”, llamó el abuelo, que venía por el pasillo. “¿De qué se trata toda esta gritería?” “Tom dice que yo le robé sus tijeras, pero yo no lo…