Relata una historia, que un guerrero puso el huevo de un águila en el nido de una perdiz.
El aguilucho salió del cascaron junto con las demás perdices y creció junto a ellas.
Durante su vida fue adoptando las costumbres de estas aves. Escarbaba en el suelo en busca de insectos, volaba a pocos metros de altura y cloqueaba como las perdices.
Pasaron los años y el águila «trasplantada», se convirtió en un águila vieja que seguía considerándose una perdiz. Cierto día mientras observaba el cielo, vio un ave magnifica que surcaba los cielos de manera imponente, y hacia frente a los fuertes vientos agitando sus bellas y hermosas alas, sin el menor esfuerzo.

«¡Que ave tan hermosa!… ¿quién es?…» pregunto el águila vieja a su amiga la perdiz.
Esta contesto » Es el águila, la reina de todas las aves…» y luego de un momento prosiguió «… pero no te ilusiones…, ni siquiera lo pienses, tu nunca serás igual a ella…»
El águila «trasplantada» no volvió a pensarlo más… y luego de un tiempo murió en la creencia de que ella fue siempre una perdiz.
¡Que lamentable! habiendo sido creada para surcar los cielos, y ser la reina de las aves vivió toda su vida picoteando debajo de las rocas buscando insectos, volando a escasos metros de altura y comportándose como una perdiz.

Es posible que en este momento te encuentres en una situación similar, sabes que has sido creado para cosas mucho más grandes que las que has realizado hasta hoy, sabes que hay un potencial dentro tuyo que todavía no se despertado, pero por alguna razón no has luchado, no te has esforzado por destacarte, por perfeccionarte. Tal vez por las autolimitaciones que impusiste en tu vida, diciéndote a ti mismo que no servías, o que no lo ibas a lograr, porque en una oportunidad lo intentaste, fracasaste y hoy tienes miedo de volver a intentarlo.

Tal vez no te atreves a luchar en búsqueda de la excelencia, por limitaciones que sufriste de parte de otras personas, fuiste criticado, te dijeron que no servías, menospreciaron tus sueños por mejorar tu calidad de vida, o fuiste formado en una cultura o en un hogar donde jamás se preocuparon en buscar la excelencia, y mucho menos en transmitir a sus hijos este deseo de superación. En fin, lo cierto es que cualquiera sea la razón, te encuentras frenado en la vida y no puedes avanzar.
¿Sera que Dios se opone a una vida de excelencia y pretende de nosotros que vivamos en mediocridad?
Dios desea que tú vivas en abundancia y alcances excelencia en todas las áreas de tu vida.

Por ejemplo, Jesús dijo: «Sean perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto»
La sangre de Jesús, El Espíritu Santo, La Palabra de Dios y los ministerios de la iglesia (Pastor, maestros etc.,) tienen como propósito perfeccionar a los creyentes.
A través de esto comprendemos que a Dios le agrada que sus hijos alcancen la perfección y este principio no es aplicable solamente a lo espiritual, sino también a todas las áreas de nuestra vida. Si buscas el perfeccionamiento en todas las áreas de tu vida te transformaras en una persona destacada, en un profesional, y de esta manera estarás abriendo un camino para tu futuro, para tu avance y también para tu promoción.

La excelencia no es un accidente, la excelencia es el resultado de tomar buenas decisiones, ejecutar algo de manera habilidosa y es el resultado de un esfuerzo sincero.
En esta oportunidad vamos a tratar sobre la importancia de tomar buenas decisiones.

La toma de buenas decisiones es fundamental para alcanzar una vida de excelencia, porque una mala decisión postergara tu futuro de éxito.
San Pablo menciona lo siguiente en filipenses 1:10 «…pido en mi oración, que Dios les de sabiduría y entendimiento, para que sepan escoger siempre lo mejor, así podrán vivir una vida limpia y avanzar sin tropiezo…» (Versión popular), esta es una oración que cada uno de nosotros deberíamos hacer a diario, ya que un futuro de éxito y nuestro avance en todas las áreas de la vida serán determinados por nuestra capacidad de tomar buenas decisiones.

Pablo oraba por los creyentes de Filipos para que ellos puedan decidirse siempre por lo más alto y lo mejor.
En tu vida personal busca siempre lo más alto y lo mejor…
En tu trabajo, lo más alto y lo mejor…
En tu filia, lo más alto y lo mejor…
En tu carrera, aspira siempre a lo más alto y lo mejor…
Lo más alto y lo mejor, debe ser tu meta.
Una mala decisión postergara tu futuro de éxito, porque las decisiones son el padre de todas tus acciones, las cuales te dirigen directamente hacia los resultados, porque tu vida es el resultado de todas las decisiones que has hecho. Las circunstancias o lo que te rodea tiene poca o tal vez ninguna influencia en los logros o fracasos de tu vida, lo que si tiene una relación directa con los resultados obtenidos, son las decisiones que hayas tomado.

Dios quiere darte la capacidad de tomar buenas decisiones porque las buenas decisiones son como pequeñas bisagras que abren las puertas hacia tu futuro de éxito.
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