Todos los días iniciamos orando. Oramos en primer lugar agradeciendo. Luego por nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, nuestros jefes. Pero hoy recordé una vez más a todas las personas que no tienen un empleo por estas circunstancias y deben estar angustiados. Oré por provisión para ellos, por paz para sus almas y que puedan ver la generosa mano de Dios a través de Sus ángeles aquí en la Tierra.

Dios es tan bueno y generoso que apenas encendí cinco minutos las noticias, pude ver un ex militar con dos nenes que tuvo la oportunidad de decir en el noticiero que había hecho línea en dos oportunidades para recoger comida en los lugares que están repartiendo comida gratis, y que al llegar ya no había. Se había terminado la provisión.

Una pareja que había visto la noticia se comunicó con el noticiero y les hizo una donación de dinero para comida. Para mí fue una oración respondida. Y por eso hoy quiero invitarte a que ores por quienes no conoces. Debemos orar por quienes no tienen empleo, por provisiones para quienes no tienen manera de buscarla y por consuelo para las personas que han perdido un ser querido por este virus. Oremos también por los pequeños negocios, sus dueños, que han tenido que cerrar y por ende dejar a muchos sin empleo.

No olvidemos pedir por una vacuna que finalmente nos haga inmunes y podamos finalmente retomar las actividades que se han suspendido. No dejemos de orar, por favor. Dios escucha. Dios responde.

Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:16-18 (RVR60)
CVCLAVOZ