Mateo 5: 9 Dios bendice a los que trabajan para que haya paz en el mundo, pues ellos serán llamados hijos de Dios.

Este último acontecimiento en la ciudad de Francia debe llevarnos a un a reflexión. En el mundo hay cantidad de sucesos espantosos donde miles de personas mueren.

Lamentablemente inclinamos la balanza a estos hechos pero ¿cual es el motivo?. Te has puesto a pensar en la cantidad de personas que mueren en otras naciones a raíz del terrorismo, la persecución, el dominio de una cultura, el hambre, la pobreza y pare de contar…

Sin intención de herir susceptibilidades, en Francia fallecieron aproximadamente 130 personas y otras 300 heridas; pero por ejemplo en Israel mueren niños inocentes a manos de sicarios terroristas que en nombre de Alá asesinan despiadadamente y eso es su pan de cada día.

En los países latinoamericanos la delincuencia, la pobreza, la venganza terminan con la vida de cientos de personas a diario.

En África miles y miles de niños mueren por el hambre y las enfermedades a causa de la escasez de recursos para sustentarse.

Todo es cuestión de sentarte y pensar con cabeza fría en lo que acontece en el mundo y cuantos millones de personas en este preciso momento están pasando por situaciones inadmisibles, donde su vida pende de un hilo, donde tienen que decidir entre vivir o morir; ¡no hay otra opción!

Sí, oremos a por París, coloquémonos en sus zapatos y porque no, sintamos el dolor por la perdida de tantas personas, de las cuales muchas jamás tuvieron la oportunidad de conocer a Jesús. Pero no olvidemos que no es necesario una etiqueta para hacer tu labor de interceder por las naciones del mundo, sin preferencias, sin distinciones; En Siria, Israel, Zimbawe, EE.UU., Venezuela, Guatemala, Perú,China son tan seres humanos como París; ¡Oremos Por el Mundo! Clamemos por las naciones de la tierra y porque la paz y el amor de Dios llegue a cada rincón.

Y recordemos que esto es otra señal de lo que esta escrito en la Palabra de Dios, estos tiempos nos advierten que Cristo viene ya… “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Mateo 26:4