La honra es una estima alta que implica también acciones que deben demostrarla, tales como la obediencia, el respeto, la admiración y la retribución; y tú ¿cómo honras a Dios?

Dios ha hecho tanto por nosotros ¿por qué no honrarlo?

Si sabemos apreciar el sacrificio que otra persona hace por nuestro bien, ¿cómo no glorificar a nuestro Dios por su inigualable amor para con nosotros? Pues Él tuvo misericordia para rescatarnos de una vida perdida y sin esperanza, para hacernos hijos suyos y así forjarnos en sus planes y propósitos.

Además, si en este trayecto del caminar con Dios nos caemos, fallamos, desobedecemos o nos alejamos, Él siempre va buscando encaminarnos nuevamente, su amor es tan grande que no nos alcanzaría la vida para honrarle.

Si vivimos, es para honrar al Señor, y si morimos, es para honrar al Señor. Entonces, tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos al Señor.

Romanos 14:8 (NTV)

Honramos a Dios cuando…

Algunas maneras de glorificar a Dios son: creyendo y obedeciendo su Palabra (Salmos 119), reconociendo nuestros pecados porque así declaramos a Dios justo (1Juan 1:10), evangelizando (Marcos 16:15), orando a diario (Hebreos 4:16), deleitarnos en el Señor  (Salmo 37:4).

Sobre todo Dios quiere que lo honremos de todo nuestro corazón y eso no es posible si nuestro corazón está lejos de él:

Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí

Isaías 29:13

Renueva tu gratitud con Dios, reconócelo como tu Señor y afirma tu relación con Él a diario, así podrás glorificarlo con tu vida.

CVCLAVOZ.