2 de Corintios 12-7,10 “Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
Todos tenemos debilidades, fallas y limitaciones que provocan frustración y desilusión. Quien en algún momento no ha sentido debilidades que lo alejan de las bendiciones?
Debemos reconocer ante Dios y ante nosotros mismos que tenemos debilidades, y que solo con disposición Dios podrá actuar para cambiar eso.
Dios dice “porque mi poder se perfecciona en la debilidad” Y cuando queremos tirar la toalla porque ya no podemos más, allí esta Dios diciéndonos que nos ama, y que es poderoso, que todo es posible si puedes creer que él es Dios y que en nuestras fuerzas nada podremos lograr.
Es precisamente en la debilidad que Dios se manifiesta con poder siempre y cuando dispongamos nuestro deseo de cambiar, de ser mejores, de evacuar situaciones que abren puertas para que entren en estampida todo lo que queremos abandonar.
Lo que nos genera problemas, todo lo que nos quita paz, todo lo que nos entristece es un instrumento de Dios para que lo podamos ver, para que reconozcamos que solos no podemos y que por encima de nuestras debilidades esta él.
Listo para glorificarse con poder sacándonos del pozo profundo que nos ahoga con las consecuencias de nuestras decisiones sin haberlo tenido en cuenta antes de tomarlas.
¿Porque tengo esta debilidad, porque siempre se aparece cuando no quiero? ¿Por qué ese aguijón en mi carne?.
Porque nos alejamos de Dios y tuvo que haber dolor para recordar que sin él nada somos. Para que no nos exaltemos desmedidamente, para que haya una comunión con Dios y sientas que siempre dependerás de él, que con su gracia reposa su poder en ti. por lo tanto de buena gana haz lo de Paulo “me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
¿Uyy, pero es que yo no sé cuáles son mis debilidades? Bueno aquí pongo un listado de ellas para que determines si te identificas o no, con cada una.
Mentiroso, agresivo, obsesivo. Ansioso, perezoso, intolerante, irresponsable, codicioso, egoísta, desaseado, soberbio, arrogante murmurador, depresivo, desordenado, temeroso, cruel, ocioso, vengativo, apático, envidioso, antipático, tímido, inseguro, presumido, hipócrita, cobarde, lascivo, lujurioso, infiel, acelerado, compulsivo, pesimista, avaro, terco, acomplejado.
Ojo .. Dios se perfecciona en tu debilidad.
Autor: Paula Andrea Vega
Robert Lora
Noticias relacionadas
¡Suscríbete a nuestro Canal!
Suscríbete ahora
* Recibirá las últimas noticias y actualizaciones sobre tus ministerios favoritos!