Han sido tantas las veces que me he preguntado, ¿por qué a mí? ¿Por qué entre tantos jóvenes de Puerto Rico Dios puso su mirada en un jovencito del callejón para llevarlo a las naciones? ¿Saben qué? Eso sigue siendo una interrogante que siempre tendré. Aunque no ha venido Jesús personalmente a contestármelo, ni un ángel volando del cielo, ya a través de varias personas que me han hablado he podido tener una idea que quisiera compartir con ustedes. Todo está en la motivación de nuestros corazones. ¿Qué es lo que realmente anhelamos dentro de nosotros? Porque tal vez alguien pueda engañar al líder de su congregación, a sus padres o amigos, pero a Dios, que conoce cada pensamiento, es imposible.

Conozco a tantos jóvenes con unos talentos increíbles, pero la motivación de sus corazones no es la correcta. Piensan más bien en su beneficio personal, en el provecho que le puedan sacar al potencial que Dios les ha dado y no en el beneficio del reino. Hace años atrás, cuando apenas comenzaba mi ministerio, alguien me dijo estas palabras sencillas que atesoré y han sido de bendición para mí durante todos estos años: “Cuando tú te encargas de buscar el beneficio del reino, Dios se encargará de tu beneficio”. No es otra cosa que lo que nos dice su Palabra en Mateo 6:33: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas”. Este es un versículo poderoso y si la mayoría de las personas lo pusieran en práctica, definitivamente sus vidas no serían las mismas. Eso es lo que Dios quiere: que tus fuerzas, tu enfoque y tus pensamientos estén puestos en trabajar para su Reino; que tu corazón solo tenga ese deseo genuino de que su Reino sea conocido aquí en la tierra. Entonces verás cómo Dios te bendecirá grandemente.

Cuando los jóvenes me preguntan cómo pueden llegar lejos y ser reconocidos, mi respuesta siempre será la misma: que su motivación sea siempre que la gente sepa lo que hizo Jesús en la cruz, que todos conozcan que hay una mejor vida en Cristo para que el Reino se siga expandiendo.

– Tomado del libro·Corazón abierto·por Manny Montes. Publicado por·Casa Creación.·Usado con permiso.