Cuando estás angustiado, cuando te sientes abrumado por el temor, abatido por una gran aflicción o agobiado con las preocupaciones por tu futuro; Dios te dice que hay un refugio secreto. Es un lugar de consuelo donde encontramos la calma para nuestras almas.

¿Dónde se encuentra este escondite secreto? Está en un lugar en tu mente que Isaías describe de esta manera: “Tú [Señor] guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” (Isaías 26:3, cursivas añadidas).

Cuando Dios nos dice: “Cierra las puertas”, esto es lo que Él quiere decir. Nos está mostrando la necesidad de cerrar las muchas voces preocupantes en nuestra cabeza. Debemos cerrar la puerta a todos los pensamientos sobre el mañana y sobre los acontecimientos mundiales. Jesús nos dijo: “Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones” (Mateo 6:34 NTV). El Señor que fielmente nos ha traído hasta aquí, no nos fallará en los días venideros.

Considera el clamor del salmista:

“Ten misericordia de mí, oh Dios…porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos. Clamaré al Dios Altísimo, al Dios que me favorece. El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me acosa; Dios enviará su misericordia y su verdad” (Salmo 57: 1-3, cursivas añadidas).

“Cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de la noche. Porque has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido” (63:6-8).

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