Llamados a una nueva dimensión

Zorobabel era un constructor encargado de reedificar el templo de Jerusalén, lugar que había sido destruido cuando la ciudad fue invadida a causa de que Israel se había apartado de Dios. Zorobabel era el encargado de restablecer el templo, la adoración, la alabanza y la comunión con Dios.

Ante tal desafío Zorobabel dijo: “¿Cómo lo haré si no tengo los recursos ni la capacidad? Tampoco tengo el personal calificado para hacerlo, como lo tenía Salomón. No tengo esto, no tengo aquello”. Cuando estamos frente a un gran desafío, lo primero que decimos es: “Yo no tengo, yo no sé, yo no puedo”.

A lo largo de la historia podemos ver cómo Dios conoce nuestros pensamientos, quien al ver los temores e inseguridades que Zorobabel tenía, le habló diciendo: “Escucha la Palabra, no con ejército, no con fuerza sino con mi espíritu ha dicho Jehová de los Ejércitos”. Esto significaba que Zorobabel tenía que entrar a una nueva dimensión que nunca antes había ingresado, la dimensión de creer, de confiar que Dios sería quien haría la obra.

Esto no significaba que Zorobabel no iba a tener que trabajar, que no tendría que esforzarse, sino que Dios iba a ir por delante y preparar las cosas. Él no tenía por qué estresarse ni agotarse, no tenía por qué abandonar a la mitad del camino, ya que Dios lo había llevado hasta allí, por lo tanto, Él lo acompañaría hasta el final.

Dios quiere que entres a una nueva dimensión en tu relación con el Espíritu Santo, una dimensión más profunda donde creerás, te entregarás y rendirás por completo tu vida, entonces dirás: “Señor, tú lo harás”.

Hoy, el Señor te dice: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu”. Lo que antes no pudiste hacer en tus fuerzas, lo harás ahora con las fuerzas del Señor. Él promete que: “Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. ¡Qué gran oportunidad de empezar un año de otra manera, de entrar a una nueva dimensión espiritual, eliminar toda estrategia humana, toda obra de la carne y avanzar a la meta, abandonar el pasado, tomar decisiones claras, poniendo nuestros ojos en Cristo y caminar con objetivos claros. Entrá a una nueva dimensión donde el Espíritu de Dios será el guía constructor de tu futuro.

Entonces me dijo: —El Señor dice a Zorobabel: “No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales. Nada impedirá el camino de Zorobabel, ni siquiera una montaña gigantesca, ¡pues se convertirá en llanura delante de él! Y cuando Zorobabel coloque la última piedra del templo en su lugar, la gente gritará: ‘¡Dios lo bendiga!.
Después recibí otro mensaje del Señor: «Zorobabel es quien colocó los cimientos de este templo y él los terminará. Así ustedes sabrán que el Señor de los Ejércitos Celestiales me envió. No menosprecien estos modestos comienzos, pues el Señor se alegrará cuando vea que el trabajo se inicia y que la plomada está en las manos de Zorobabel».
(Las siete lámparas representan los ojos del Señor que recorren toda la tierra) – Zacarías 4:6-10 (NTV)

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Escrito por Osvaldo Carnival, Pastor de la Iglesia Catedral de la Fe.