La pureza de raíz

Pocos hombres tuvieron tanto que proteger como Salomón. Sus vastos tesoros seguramente eran custodiados por una élite de centinelas. Sorprendentemente no eran estos tesoros lo que Salomón consideraba más dignos a proteger sino el corazón, pues de este «mana la vida».

Jesús claramente enseñó que la verdadera espiritualidad no comienza con los actos externos, o en los pensamientos de la mente, sino en las motivaciones del corazón. Es del corazón que provienen las fornicaciones, el adulterio, la inmundicia…» y por ende es lo debemos proteger de la corrupción, sobre todo.

Salomón cita tres sencillas recomendaciones para lograrlo. Debes evitar que tus conversaciones decaigan, debes cuidar que tus ojos se distraigan, debes cuidar que tus pies no se desvíen. Si esto lo practicas hoy, habrás guardado tu corazón.

Proverbios 4:23 (NTV)

Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.

Proverbios 24:16 (NTV)

Los justos podrán tropezar siete veces, pero volverán a levantarse. En cambio, basta una sola calamidad para derribar al perverso.

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 Tony Segar, Software Bíblico Logos