¿Deben mirar los cristianos películas de terror? ¿Es malo que un cristiano vea películas de horror? Seguramente has escuchado estas preguntas y son quizás algunas de las que hacen los amantes del cine y las películas. Aquí una reflexión para ayudarnos a entender este tema.

No debemos olvidarnos que nuestras emociones se alimentan primordialmente por las cosas que escuchamos y por las cosas que vemos. Lo que miramos y oímos, puede producir fe o temor en nuestro corazón y los creyentes somos responsables de lo que entra por nuestros ojos y oídos.

Las películas de terror, al tener un contenido espiritual tienen un profundo impacto en nuestra mente y en nuestras emociones. Aun cuando un creyente disfrute mirar estas películas, no se debe subestimar el efecto espiritual que esto conlleva.

No debemos ser ligeros al momento de escoger las películas, aun las series y los programas que miramos. A diferencia de un incrédulo, el creyente como un ser espiritual, debe discernir todas las cosas espiritualmente. El apóstol Pablo decía que “el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”(1 Corintios 2:14 RVR60).

Los efectos pueden variar de acuerdo a la personalidad de los individuos y a la frecuencia con que se miran estas películas. En algunos, se produce un temor posterior que los acompaña hasta varias horas o días después de haberla visto. Otras personas desarrollan un interés desmedido por las películas de terror que se vuelven insensibles ante ellas. En algunos casos se convierte en un apego enfermizo que no debe ser tomado con ligereza. No obstante, en la mayoría de personas, estas películas despiertan confusión y emociones de temor que entorpecen nuestra habilidad de vivir confiados.

En este sentido, si la biblia nos dice que el árbol se conoce por sus frutos, sería bueno revisar los frutos que las películas de horror nos dejan.

Habiendo dicho esto, quiero responder la inquietud y las preguntas planteadas al comienzo de este artículo. Y para eso voy a tomar como referencia un pasaje que escribió el apóstol Pablo en su epístola:

Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica (1 Corintios 10:23 RVR60).

Esta es la pregunta que los creyentes que habitualmente miran películas de terror, deben hacerse. Una pregunta que ellos mismos deberán responder. Porque aunque bíblicamente no hay nada que me impida mirar estas películas, debemos cuestionar y responder ¿en qué me conviene mirar una película de terror? ¿Me edifica ver películas de horror?

GERSON MOREY Fuente