Los mitos están basados en hechos reales; sin embargo, esto distorsiona la verdad y confunde a las personas. La Biblia, por ser el libro más vendido y conocido en el mundo, tiene historias que se han popularizado, y muchas veces, distorsionado con el paso del tiempo. Éstos son algunos mitos que nacieron a partir de las narraciones bíblicas:

1. La manzana que comieron Adán y Eva:

Todos sabemos que el primer pecado cometido en la Tierra fue la desobediencia de Adán y Eva. Pese a que la narración de lo acontecido se encuentra en los primeros capítulos del libro de Génesis, muchos creen que el fruto que Adán y Eva comieron fue una manzana.

Ésta creencia se hizo popular debido la similitud de las palabras “maldad” y “manzana” en la traducción en Latín de la Biblia (Vulgata). “Maldad” en latín es «malum», mientras que manzana es «mālum» o «mālī». Sin embargo, en el hebreo original, la palabra es מִ]פְּרִ֥י] (peri) y significa “fruta”. En Génesis 2:16 se menciona al árbol de la ciencia del bien y del mal”, y más adelante, en Génesis 3:6, dice: “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.” En cada referencia que se hace al árbol de la ciencia del bien y el mal, nunca se especifica qué clase de fruto tenía; por lo tanto, es erróneo pensar que Adán y Eva pecaron porque desobedecieron a Dios al comer una manzana.

2. La ballena que tragó a Jonás:

Muchos creen que Jonás fue tragado por una ballena, y esta suposición se ha reforzado gracias a las miles de imágenes que lo grafican de esa manera. Sin embargo, en Jonás 1:17 no menciona a una ballena, sino a un “gran pez”. Incluso Jesús, en el Nuevo Testamento, cuando se refirió a la historia, dijo: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40). Un artículo publicado en el Institute for Creation Research afirma que es muy probable que el animal que aparece en la historia de Jonás se haya extinguido hace miles de años. En los tiempos antiguos existían criaturas que no se parecen a ningún animal de la actualidad; no obstante, aún hay registros históricos de su existencia. Los estudiosos creen que la supuesta ballena que tragó a Jonás fue en realidad una enorme serpiente marina con cabeza de perro.

Hoy en día se sabe que la ballena azul es el animal marino más grande del mundo, y tal vez ése sea el motivo por el que sirve para ilustrar el tamaño del pez que tragó a Jonás. Por otra parte, debemos recordar que los investigadores no conocen los secretos y misterios del océano en su totalidad, pues, incluso actualmente hay partes inexploradas de los mares. Por lo tanto, cabe la posibilidad de que exista un animal incluso más grande que la ballena azul, pero del cual aún no se tiene registro.

3. Todos los ángeles tienen alas:

Hay diferentes tipos de ángeles descritos en la Biblia; no obstante, no todos ellos tienen alas. En Hebreos 1:14 (TLA) dice que “los ángeles son solamente espíritus”, mejor dicho, sus cuerpos no tienen forma física como la de los humanos. Sin embargo, en otros pasajes podemos encontrar la referencia a dos tipos de ángeles que sí tienen alas: querubines (Éxodo 25:20) y serafines (Ezequiel 10:5). Aunque la información sobre los ángeles no es abundante, lo que sí sabemos es que son seres que fueron creados especialmente para alabar, adorar, servir a Dios, entre otras funciones más.

4. Satanás tiene cuernos, patas de cabra y cola:

Antes de rebelarse contra Dios, Satanás fue un querubín. Según las descripciones de Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:12–19, era un ser hermoso y con gran poder. No hay referencia en la Biblia que señale que su apariencia cambió después que Dios lo expulsó del cielo. En muchas representaciones que se hace de Satanás, se le ve con el cuerpo de color rojo, con cuernos, alas de murciélago, patas de cabra, cola y sosteniendo un tridente, sin embargo, ése no es su verdadero aspecto. Esta imagen es el producto de años de creatividad de artistas, pintores y escritores, quienes utilizaron su imaginación para simbolizar la maldad. No obstante, en 2 Corintios 11:14 se nos advierte que “Satanás se disfraza como ángel de luz”; por lo tanto, no debemos creer que las representaciones gráficas de Satanás son su verdadera forma.

5. Los siete pecados capitales:

La lujuria, pereza, gula, ira, envidia, avaricia y soberbia son calificados como los “siete pecados capitales”; y si bien todos ellos son transgresiones a la ley de Dios, esta lista no es una clasificación que aparezca literalmente en la Biblia. Ésta fue creada por el papa Gregorio Magno a finales del siglo VI para separar a los pecados en categorías según el grado en el cual iban en contra del amor. En Proverbios 6:16-19 se menciona que Dios aborrece “los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.” Los pecados mencionados en este versículo no son una categorización oficial ordenada según el grado de ofensa. Según Romanos 6:23, todos los pecados merecen condenación eterna; sin embargo, todos podemos ser perdonados cuando aceptamos el regalo de salvación de Dios.

6. Los tres reyes magos:

La creencia popular dice que fueron “tres reyes magos” los que visitaron a Jesús. No obstante, en Mateo 2 dice que fueron unos magos, sin especificar si eran reyes o la cantidad exacta de personas. En otras traducciones de la Biblia se encuentra la palabra “sabios” en lugar de “magos”. Las personas que visitaron a Jesús cuando nació procedían de oriente y llevaron consigo tres regalos (oro, incienso y mirra), de allí nace el mito de que eran solo tres.

En el siglo VI, aparecieron por primera vez los supuestos nombres de los tres magos en el mosaico de San Apollinaire Nuovo (Rávena). Diez años después, se adaptó la representación para que cada uno tuviera una raza y edad diferente. De esa manera, Melchor representó a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos; las cuales eran las únicas razas conocidas hasta el momento. No obstante, la Biblia no señala si fueron tres o más magos, ni sus edades o razas.

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