El Señor tiene un plan hermoso para la vida de cada creyente. Pero, para frustrar los propósitos de Dios, Satanás salpica de obstáculos nuestro camino.Lectura JOSUÉ 6.1-5

Hay numerosas clases de estorbos, tales como un jefe difícil, la oposición de familiares, y problemas económicos. Cualquier cosa que bloquee el objetivo deseado, puede causar ansiedad y gran frustración. Pero recuerde que ningún obstáculo podrá afectarle si Dios no lo permite.

Piense en el ejército de Josué, que no estaba a la altura del de Jericó. Y la gran muralla alrededor de la ciudad que parecía imposible de atravesar. Pero Dios había prometido a los israelitas la tierra, y Josué lo creyó. No se inmutó por lo que parecía inconquistable. En vez de eso, reconoció el poder del Señor y buscó su dirección.

Antes de que Josué se diera cuenta de que Dios estaba obrando, el Señor estaba preparando la ciudad para su destrucción al infundir temor en los reyes de la región. La instrucción de Dios consistía en un plan de batalla dudoso, pero Josué obedeció, y el pueblo de Dios triunfó.

Esperar puede ser difícil pues podemos comenzar a preguntarnos si Dios hará algo, y entonces abandonar la tarea. Pero, como sucedió con Josué, Dios ya estaba preparando el terreno. No importa lo que Él elija para manejar el problema, su solución es siempre la que más nos conviene.

Cada vez que usted enfrente un obstáculo, podrá experimentar mucha angustia. Pero aun en medio del dolor, puede tener plena confianza en Dios. La parte más importante de cada día es el tiempo que usted pasa a solas con el Señor. Él le alentará con su amor, y le dará dirección.