Cuando enfrentamos un desafío inesperado, nuestra actitud determinará el resultado que producirá en nuestra vida.

Tenemos dos opciones:

  1. Aceptamos con valentía la realidad que tenemos frente a nosotros.
  2. Nos derrumbamos ante ese problema y nos dejamos acabar por la angustia.

La Palabra de Dios nos inspira con esta poderosa verdad…“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa“. (Isaías 41:10)

A veces quienes leen mis artículos me preguntan si algunos de los temas que escribo cada semana en el blog de El Antivirus, han sido mi propia experiencia.  La respuesta es sí.  Por otro lado, escribo basado en las situaciones que muchos Antribuyentes me comparten en las redes sociales o el correo electrónico del show de radio.  El tema de hoy presenta una invitación a seguir caminado sin importar que difícil pueda ser  lo que tenemos que resolver.  La actitud debe impulsarnos a continuar nuestra vida sin detenernos en el lamento, la histeria, el dolor, el enojo, la amargura, la inseguridad, la indecisión, la venganza, el reclamo, la murmuración y otras manifestaciones de nuestra naturaleza.  De más está pretender que podremos ocultar el cielo con la mano.

Durante nuestra existencia es inevitable que suframos por nuestras propias decisiones, la de otros o por acontecimientos que llegaron y nos cambiaron la manera de ver la vida.  Una enfermedad, un despido, una traición, un mal negocio, un(a) hijo(a) rebelde, una separación familiar, una muerte de un ser querido, un divorcio, un accidente,  pueden llevarnos a no desear seguir caminando, pero ánimo adelante y siga haciéndolo hasta que hayamos recuperado lo que nos corresponde.  Nunca olvidemos estas palabras que Jesús dijo: “También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá”(Lucas 11:9-10).

He aquí cinco maneras que se deben hacer frente a los desafíos que usted puede que le parezca difícil. Estos te ayudarán a ser más fuerte según E-Magazine Online:

  1. Ellos te obligan a crecer: un obstáculo te hace buscar formas alternativas para obtener la misma cosa por hacer. Al igual que el agua encuentra un nuevo camino cuando se enfrente a un bloque, usted se enfrenta a un desafío. Tienes suerte de tener esta oportunidad que está garantizado para hacer que crezca a niveles muy diferentes.
  2. Ellos aumentan sus habilidades de observación: si bien estás en busca de caminos alternativos a causa de algún problema, te vuelves consciente de tus alrededores, y analizas a fondo todas las posibilidades. Esto, a su vez, te hace buscar nuevas vías, lo que aumenta tu observación aguda. Si mantienes este atributo, cada reto sin duda te hará más difícil.
  3. Te hace más tolerante: al igual que un producto de hierro perfecto pasa a través de crueles golpes de un martillo una y otra vez, y con cada golpe se vuelve más fuerte, por lo que te hace frente a los obstáculos consiguientes. Con todos los problemas que resolver con éxito, usted se convierte en mejores condiciones de tratar con los problemas que puedan surgir en el futuro.
  4. Usted se conoce mejor a sí mismo: un obstáculo obliga a cavar hondo, mirar hacia dentro, y pensar en lo que eres. En el proceso, hacer descubrimientos acerca de tu propio ser, y darte cuenta de que eres capaz de las acciones que usted nunca imaginó que volvería a ser.
  5. Se expande tu visión: si puedes aumentar después de haber sido desgarrado, puedes lograr cualquier cosa. Y después de haber sido desgarrado, puedes ser capaz de ver la vida de una manera nueva. Después de recuperar y descubrir que no hay luz por todas partes. Es esta capacidad de ver la luz en la oscuridad que le hace más difícil.  Así que adelante, no tengas miedo de enfrentarte a un reto. De hecho, te hace más fuerte cada vez que aceptas uno.

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