“Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? 1 Reyes 19:9 (RVR1960)

Elías, profeta de Dios, había tenido una resonante victoria unos pocos días atrás, había desafiado públicamente a los profetas de Baal para que claramente quedara en evidencia, quien era el verdadero Dios, si Jehová o Baal. Dios le dio un rotundo respaldo y los profetas de Baal, además de ser gravemente avergonzados, terminaron degollados.

En otra oportunidad y luego de tres años de sequía, Elías oró y Dios mandó la lluvia. Pero durante los tiempos de sequía, Dios mismo enviaba sus cuervos para alimentar a Elías.

Pero un día, después de tantas victorias y tanto respaldo de Dios, llegó una notica que lo preocupó, hasta el punto de sumergirlo en una profunda depresión:

“Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos”. 1a de Reyes 19:2

Entonces Elías se fue a refugiar en una cueva, donde pasó la noche. Ahora el profeta, que hasta hace poco irradiaba autoridad y poder, ahora se había llena de temor y preocupación a causa de la amenaza de Jezabel, deseando morirse como una manera de frenar su sufrimiento.

Cuantas veces nos pasa algo parecido, en nuestro caminar cristiano… En otras épocas, fuimos usados, llenos de autoridad, pero llega una mala noticia y parece que nuestra fe se pierde por los orificios del temor. Instantáneamente nos asaltan los pensamientos negativos o de muerte, como voy hacer, como lo voy a resolver, como voy a sobrevivir?

Para Elías, la cueva representaba un lugar de aparente seguridad, sin embargo Dios le pregunta, Que haces ahí? Como diciendo, vamos Elías…, ese no es un lugar para ti y le mandó a salir inmediatamente de la cueva y emprender un largo camino.

Estás actualmente en una cueva? Te has aislado para que no te sigan lastimando? Piensas que a nadie le importa lo que te pasa?

No se cual puede ser la causa, que te hizo refugiarte en una cueva, tal vez el temor?, el fracaso?, la soledad?. Elías también se sentía solo, decía: solo yo he quedado…. lo cual ni siquiera era verdad.

Has recibido noticias que te han llenado de temor e inseguridad? O tal vez sientes que las circunstancias te han acorralado, que no tienes salida?, o quizás hasta has pensado en la muerte como una salida?

No naciste para estar en una cueva, lleno de temor, ocultándote para obtener alguna seguridad…

La Palabra para hoy es, sal de esa cueva de temor y sufrimiento, largo camino te espera, hay metas que alcanzar, planes de Dios para concretarse en tu vida, pero es necesario abandonar la cueva de la auto-conmiseración y salir como el conquistador que eres, para vencer sobre toda circunstancias, ya que todo lo puedes en Cristo quien te fortalece.

Mayor es el que está en nosotros, para vencer sobre cualquier situación.

Mensaje perteneciente a Daniel Zangaro – para CVCLAVOZ