Hay momentos sublimes en la vida y hay momentos críticos. En los sublimes siempre tratamos de llevarnos los honores y en los críticos tratamos de culpar a otros.

Sin embargo, en algunas situaciones cuando creemos que ya estamos perdidos, los peligros nos asechan y el enemigo ronda a nuestro alrededor perdemos casi la fe.

Un rayo de esperanza surge en la oscuridad y las sombras huyen despavoridas y los temores milagrosasmente desaparecen. Creemos que fuimos nosotros cuando en realidad alguién más poderoso estuvo a nuestro lado.

“El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia”. Salamos 9:9

“Que el Señor te responda cuando estés angustiado; que el *nombre del Dios de Jacob te proteja”. Salmos 20:1

¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios! Salmos 42:5

Dios nos sorprende en nuestra debilidad aunque a veces creemos que fuimos nosotros los que lo logramos. Pero, No. Fue el respaldo del Señor. Permitame ilustrar esto con este video que lo he llamado. El Respaldo del Oso y cuando eso te pase no se te olvide agradacerle al Señor porque no fuiste tú, fue él.

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renuevodeplenitud.com